Alonso exige a Ferrari la presentación del nuevo coche
La
ceremonia se repite en cada vigilia previa al lanzamiento del nuevo coche. Los
ingenieros que lo han creado y los pilotos que lo van a disfrutar (o sufrir)
pasean en silencio alrededor del Ferrari, rojo, flamante, cargado de esperanzas
y dudas.
Poco a poco, le van poniendo con mimo las pegatinas de los
patrocinadores. Caricias de fe para que la criatura responda como debe, como
exige el escudo del caballo negro que relincha siempre fuerte este día. Después
la carretera doma a las fieras.
Esta vez en Maranello quieren ser ellos los que
manejen las bridas, que el Mundial baile a su antojo tras años bajo la bota de
Red Bull y Sebastian Vettel. El F14 T, el nuevo Ferrari, salió ayer del
cascarón. El quinto de la vida de Fernando Alonso. ¿El definitivo?
«Tenemos
que ser optimistas. No hay motivo alguno para ser pesimistas», afirmó el
español ante su monoplaza de 2014, la montura de su quinta temporada en la Scuderia. Ese tiempo necesitó
Michael Schumacher para ganar el título.
«Somos Ferrari, un equipo que sólo
compite para ganar. Hemos visto los últimos años que acabar segundo es como un
desastre porque en este equipo todos esperan mucho. Pero esas expectativas y la
motivación que todos tienen en Ferrari me hacen ser muy optimista», insistió
desde la rueda de prensa on
line que organizó su equipo
para levantar la lona al nuevo monoplaza. No había tiempo para más.
Por
primera vez no hubo show de lanzamiento, porque los ingenieros
no han querido perder una jornada entera de trabajo sobre el coche. Sólo
permitieron que el departamento de comunicación dispusiera del F14 unas horas
para preparar el material audiovisual ayer distribuido. Anoche ya viajaban por
carretera hacia Jerez, donde el próximo martes Kimi Raikkonen, de regreso a la
marca, estrena el nuevo monoplaza. Alonso se subirá el jueves y el viernes.
El
líder de la escudería frotó el escudo ferrarista y recordó a todos el potencial
que manejan. «Tenemos la tecnología, la gente y las instalaciones para crear y
estar preparados para el reto de la nueva F1. Llegué a Ferrari en 2010 y creo
que en algunas áreas éramos más débiles que otros. Pero nos dimos cuenta y
hemos ido mejorando año a año», dijo.
Desde 2012 se lleva afilando un coche muy
novedoso, perfilado por la sacudida que ha recibido el reglamento de la Fórmula
1. La máquina es más compacta y con menos altura, pegada al sueño por alerones
más pequeños y líneas estrechas. Se pretende que la aerodinámica pese algo
menos en los modelos –petición histórica de Ferrari– para que el motor gane
presencia y, a la vez, la hegemonía de Red Bull encuentre más oposición.
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