El triunfo de Marc Márquez
Fue tan contundente el triunfo que, inmediatamente después de cruzar la meta de Las Américas Marc Márquez, se inició otra carrera. Esta vez era el turno de los demás. A ver quien iba más rápido a felicitar al asombroso novato. De momento, todos se alegran por él.
Su compañero Pedrosa y su idolatrado Valentino Rossi lo hicieron sin bajarse de la moto. Preciosa la estampa del italiano reconociendo el éxito del niño, al que esta vez ni olió. Alzamora, los miembros de su equipo, su hermano Álex, su padre Julià, todos abrazaban a Marc en el corralito. Y allí mismo, antes de subir al podio, 100% español, sus rivales se apresuraban en dar la enhorabuena al chico, como si fueran conscientes de estar presentes, desde la derrota, en un momento histórico de su deporte.
«Él lo ha hecho muy bien en su segunda carrera, así que le felicito», interrumpía el relato de los incidentes en su recorrido Dani Pedrosa, sin importarle reconocer la victoria de su compañero, novato, y van dos de dos, que en Losail también fue adelantado por él. Late el posible enfrentamiento futuro en el box del Repsol Honda, con la jerarquía en entredicho, aunque de momento se mantiene la sintonía.
Entre otras cosas porque el discurso de Marc sigue brotando desde la más absoluta humildad. Nadie duda ya de que es un candidato indiscutible al título. Principalmente porque a estas alturas es el líder, igualado a 41 puntos con Lorenzo. Él se refugia en la cautela. «Somos conscientes de que será más difícil en otros circuitos que tenemos por delante. Mi lucha no es por el Campeonato del Mundo», confesaba en la rueda de prensa posterior y entraba en detalles: «Jorge y Dani van muy rápidos, también Rossi y es todavía más complicado ganar [el Mundial] a la primera, es casi imposible, aunque no tiraremos la toalla». Por cierto, dentro de dos semanas llega Jerez, donde sentirá el calor de una afición loca por recibir a su nuevo ídolo.
Antes, en el mismo corralito, aún sudoroso y eufórico, a Marc sólo le faltaba frotarse los ojos. «Poco a poco lo iré asimilando, por ahora a disfrutar del momento y después ya pensaremos en lo que hemos conseguido», comentaba. Y desvelaba una de las claves, la elección de neumáticos, un «acierto» que seguramente le dio finalmente el triunfo.
También hablaba sobre un problema común con su compañero, los dolores en el brazo, fruto del esfuerzo titánico. «Físicamente el brazo derecho me ha pasado un poco como a Dani [a él en el triceps izquierdo], se me ha dormido un poco, tenía un dolor extraño, supongo que era por la fatiga y seguramente tenemos margen para mejorar físicamente», apuntaba Márquez, que este invierno trabajó duramente para soportar el mayor peso de las motos de la nueva categoría.
Por supuesto, Jorge Lorenzo no falto entre los cariños a Márquez, claro, avisando de que «si sigue así hasta el final puede ganar el título». «Lo he dicho estos días: cuando juntas una pareja como un extraordinario piloto con una moto muy competitiva y encima la segunda carrera es un circuito que le gusta, los demás lo tenemos difícil», explicaba, para, a continuación, de paso, lanzar una puyita a Pedrosa, que nunca vienen mal las desavenencias en el box rival. «Dani debe estar un poco dolido porque su compañero de equipo quede por delante de él. A ningún piloto le gusta, pues el primer rival siempre es tu compañero de equipo», afirmó.
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