martes, 16 de julio de 2013

Tyson Gay y Asafa Powell reconocen que se han dopado


Tyson Gay fue un crío presionado desde la grada, como tantos. Como tantos, su talento se convirtió en ambición familiar pero, al contrario que tantos, los gritos nunca llegaron de su padre. Su madre, Daisy Gay, destacada atleta universitaria como su abuela, fue quien no se perdió un solo entrenamiento en Lexington, Kentucky, quien le corregía y azuzaba. 

Tanto fue así que tras el Mundial de Osaka 2007, donde logró el oro en los 100 metros, los 200 y el 4x100, su cúspide, el velocista admitió: «Mi madre me dijo que confiara en mi velocidad punta». Tanto fue así que cuando la Agencia Antidopaje de Estados Unidos (Usada) le incluyó en su programa Believe para promover un deporte limpio junto Natalie Coughlin o Allyson Felix, Gay declaró: «Si me dopara, mi mamá me mataría. Ella ha sido mi modelo a seguir». 

Hoy, Daisy Gay tiene una larga conversación pendiente con su hijo. El atleta estadounidense resquebrajó ayer el atletismo mundial al admitir haber dado positivo en un control antidopaje realizado por la propia Usada fuera de competición el pasado 16 de mayo. Una gran grieta que acabó en rotura horas después. La Agencia Antidopaje de Jamaica (Jadco) admitió que cinco de sus deportistas habían dado positivo en sus Trials y, tras la publicación de uno de los nombres se escuchó el crack: Asafa Powell, miembro del relevo del 4x100 oro en los Juegos de Pekín, bronce en los 100 de Osaka y Berlín 2009.

Gay lo reconoció en rueda de prensa en Ámsterdam donde se preparaba para la reunión de la Diamond League de Mónaco del próximo viernes y desde donde hoy viajará a Colorado para estar presente en la verificación de la muestra B y en la posterior confirmación de una sanción que, a los 31 años (casi 32), podría acabar con su carrera.


«Nunca he recurrido a prácticas prohibidas. Mi historial siempre ha estado limpio. Pero no quiero hablar de conspiraciones ni de un error de la Usada, me he fiado de las personas equivocadas», admitió, sin querer señalar al culpable ni descubrir la sustancia dopante, el poseedor de las tres mejores marcas del año en el hectómetro (9.75, 9.79 y 9.86), el hasta ayer único rival posible de Bolt en el Mundial de Moscú.

Powell que esta temporada había regresado con éxito (9.88 hace 10 días) de su lesión en Londres, utilizó las redes sociales. Colgó un comunicado en Twitter en el que reconocía haber dado positivo por oxilofrina (un estimulante cardíaco que potencia el retorno de la sangre al corazón) aunque aseguraba no haberlo tomado de manera consciente: «Nunca he tomado deliberada y voluntariamente ninguna sustancia contra las reglas. No soy ni he sido jamás un tramposo». «Mi error ha sido no haber estado más vigilante» añadía el velocista. 
Junto a él, la Jadco también cazó al velocista Nesta Carter, miembro del relevo del 4x100 que venció en Pekín y Londres, ganador del meeting de Madrid el pasado sábado con un meritorio 9.87 y su compatriota Sherone Simpson, también destacada relevista. El escándalo en el país caribeño multiplica el iniciado hace apenas un mes por el positivo de la velocista Veronica Campbell-Brown, campeona olímpica de los 200 metros en Atenas 2004 y Pekín 2008.

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