El Zaragoza es el colista.
El enfermo no cambia y mantiene idéntico semblante. La mejoría de la pasada semana sólo fue un espejismo, la situación es grave. El Zaragoza continúa cerrando la clasificación de Primera y ese indeseable puesto parece que lo va ocupar durante un largo periodo de tiempo.
Su derrota de ayer ante el Betis no hizo sino certificar su agónica salud. El descenso de categoría está a la vuelta de la esquina.
En la fría noche de ayer, el Zaragoza intentó llevar la iniciativa en el primer tiempo, con Aranda muy incisivo y con Lafita al mando de la sala de operaciones.
Rubén Castro |
Un dominio sólo aparente, porque a falta de cinco minutos para el descanso, Rubén Castro abrió la lata al aprovechar un contragolpe iniciado por Paulao. Un mazazo para la Romareda.
El segundo acto fue una copia de la primera, con el Zaragoza ocupando la zona ancha (trabajo inútil) y el Betis, muy listo al aprovechar los errores del rival. Ruben Castro volvió a marcar y sepultó todas las esperanzas del angustiado colista.
Romareda |
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