La nadadora Janet Evans vuelve a los entrenamientos después de quince años.
«Fue un cumpleaños difícil porque todo el mundo me decía: '¿Cómo te sientes ahora que la mitad de tu vida ya ha pasado?' No estaba lista para aceptar que a partir de ahora todo iría a peor. He renunciado a muchas cosas por ser madre. Encontrar tiempo para entrenar era casi un regalo que a veces me daba a mí misma. Supongo que puede sonar egoísta decirlo. Pero era algo que podía hacer por mí misma para sentirme bien al haber llegado a esta edad. No tiene nada que ver con los Juegos. Tiene que ver con lograr que mi cuerpo haga cosas que mi mente le pide que haga». Nadadores como Ian Thorpe o Dara Torres han anunciado su retorno. Pero ninguno lo ha hecho después de un periodo tan prolongado de inactividad. Evans lleva 15 años apartada de la alta competición y desde entonces se ha casado con Bill Wilson y ha tenido dos hijos. Pero en su caso hay un argumento a favor del retorno: sus récords de 400 y 800 metros libres sobrevivieron casi dos décadas y no hay muchas colegas que hayan nadado más rápido. «Recuerdo que se lo dije a mi entrenador», recordaba Evans a finales de enero, «si estas chicas estuvieran nadando por debajo de mis marcas, estaría en casa sentada con una taza de café deseándoles lo mejor. Me asombra que las marcas no hayan mejorado más y supongo que no habría vuelto a nadar si así fuera».
Hace unos días midió sus progresos en una cita de California y la respuesta fue agridulce. Después de seis meses de entrenamientos sus tiempos habían mejorado pero aún estaban lejos de los que marcaron el corte en las eliminatorias que precedieron a los Juegos de Pekín. Unos 14 segundos por encima en los 400 y unos 24 en los 800 libres. Evans está segura de que aún puede mejorar y su opinión la refrendan su psicólogo y su entrenador, que recuerdan el plus competitivo de la campeona. "Estoy segura de que muchos no se lo creen, pero no me importa porque yo sé cómo me siento en el agua. Sé de qué soy capaz y nadie debería descartarme», decía Evans.
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