Aranda se convierte en una pieza esencial para la investigación de la Liga
Apenas formó parte de la plantilla del Levante seis meses, pero Carlos Aranda se ha convertido en una figura clave en las sospechas que han provocado que la Liga de Fútbol Profesional (LFP) pida a la Fiscalía Anticorrupción que investigue el Levante-Deportivo. En su teléfono móvil podrían estar los primeros «indicios» que el presidente de la Liga, Javier Tebas, esgrime como motivo para haber escudriñado todo lo que pasó en el Ciutat de València el pasado 13 de abril. Después, las sospechas se agrandaron por la discusión entre Barkero, Munúa, Ballesteros, Juanfran y Juanlu en el descanso del partido.
La semana previa a la disputa del duelo entre valencianos y gallegos, Aranda, según desveló Onda Cero, recibió un mensaje de uno de sus ex compañeros granotas en el que le preguntaban cuánto estarían dispuestos a pagarles como prima por vencer al Deportivo, rival directo de los granadinos en la pelea por eludir el descenso.
El delantero, según ha podido corroborar este diario, se lo comunicó a su presidente, Quique Pina, y la denuncia llegó a la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) y a la Liga, que se pusieron alerta ante la posibilidad de que ocurriera algo extraño en ese partido. La contundente derrota y las acusaciones de Barkero provocaron la denuncia formal ante la Fiscalía y el inicio de la investigación. Las disculpas públicas del futbolista guipuzcoano sólo contribuyeron a darle más cuerpo a las sospechas, porque no sonaron convincentes. Juanlu es el único que las ha recibido en el ámbito privado.
Aranda, aunque pretende mantenerse al margen de la polémica, al menos públicamente, se ha convertido en una pieza esencial para que la Liga pueda llevar a cabo el castigo ejemplar que pretende. Si no muestra voluntariamente el mensaje, las indagaciones serán mucho más complicadas. Y, de momento, no se lo han reclamado.
El delantero, que no encajó en el Levante y se marchó al Zaragoza en el mercado de invierno de la campaña 2011-12, ha visto cómo esta temporada ha tenido mucha relación con el devenir de los granota. En diciembre, aún a las órdenes de Manolo Jiménez, marcó un gol en el Ciutat de València en el último suspiro de un duelo en la Copa del Rey que acabó siendo clave para que el Levante cayera eliminado. Después, ya en Los Cármenes, protagonizó un altercado en el túnel de vestuarios con Ballesteros, Navarro e Iborra al término del Granada-Levante que el colegiado recogió en el acta.
Pese a que desde la LFP se espera que la Fiscalía acelere las pesquisas, el Levante asegura que no tiene conocimiento de por dónde camina o puede caminar la investigación. Nada les ha sido comunicado desde que Javier Tebas llamara a Quico Catalán para informarle de que tenían «indicios» de amaño del Levante-Deportivo. De momento, lo único que piensan es en certificar su salvación matemática con una victoria el próximo viernes ante el Zaragoza.
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