Myke Krzyzewski
«Nos ha matado». Así de contundente se mostró el entrenador estadounidense, Myke Krzyzewski, el día que Estados Unidos fue incapaz de frenar a Spanoulis en el Mundial de 2006. Justo con la misma pócima que ayer, creando a partir de los bloqueos. El líder absoluto del Olympiacos, que ha disputado cuatro finales en los últimos cinco años y ha sido nombrado MVP en tres de ellas: Panathinaikos 2009 y Olympiacos 2012 y 2013, igualando a Kukoc, tres veces MVP (1990, 1991, 1993). «Es lo más parecido que hay a Juan Carlos Navarro. Tiene mucho talento, te puede romper de muchas formas y es decisivo», declaraba Sergio Rodríguez antes de la final. Tienen buena amistad, y la mantendrán, aunque ayer no quisiese ni verlo.
Ayer fue el verdugo de los blancos al anotar 22 puntos, todos en la segunda mitad, siendo líder indiscutible de su equipo, dándole fluidez al juego ofensivo y rompiendo en el momento oportuno a pesar de sus 30 años. «Podemos jugar a un ritmo alto y a un ritmo bajo. Y también podemos hacer todo lo necesario para ganar un partido, ya sea por 60 puntos o 90», declaraba Spanoulis, que con tres triples consecutivos, en el arranque de la segunda mitad, alteró definitivamente la dinámica de juego y psicológica del duelo.
La gloria le llega después de un paso efímero por los Houston Rockets. La NBA no es lo suyo. Una experiencia que le devolvió al baloncesto europeo, donde se ha convertido en el dirigente más fiable de Grecia. Incluyendo la selección nacional, con la que ha conseguido la plata del Mundial de 2006, el oro europeo de 2005 y el bronce de 2009. El metrónomo perfecto de un Olympiacos con el que no se contaba para levantar el título, pero que conocía su comodín, barbaró en el tiro exterior, con cinco triples tras el descanso. Y las estadísticas no anotan cuándo produjo su equipo, que sería una víctima propicia en otras manos.
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