¿De verdad cree Guardiola que la liga es imposible?
A Pep Guardiola le ha dado ahora por meterse a hacer de poli malo. A pesar del tropiezo del Madrid ante el Málaga y de que su equipo haya recortado dos puntos con el liderato, el técnico del Barcelona insiste en que revalidar el título de Liga es algo «imposible». Se siente aparentemente cómodo ejerciendo de pájaro de mal agüero, aduciendo para ello el tradicional pesimismo que se autoatribuye en muchas ocasiones el propio pueblo catalán.
La labor de levantarse contra los infortunios, de revelarse, la deja en manos de sus futbolistas. Y ellos, según no tuvo demasiados reparos en admitir, se han marcado la remontada como todo un reto que sigue esta noche ante el Granada (21.00 horas, GolT y Canal Plus Liga).
Y Guardiola, en un nuevo giro, tampoco duda en mostrarse encantado con ese entusiasmo de los suyos, aparentemente contagiado a la afición barcelonista, también muy dada no hace tanto a revolcarse en el infortunio. «Sería un rollo pensar como yo», admitió el técnico, quien tuvo a bien recordar también la tremenda dificultad que, a su entender, supondría tal empresa. «Es el reto más titánico para un equipo de fútbol, remontarle 10 puntos al Madrid. Quizás porque tengo la medalla de oro del Parlament y porque soy catalán soy pesimista. Pero me encanta que ellos lo piensen», apostilló.
«Competimos con un rival que de media hace tres goles por partido, que ha perdido muy pocos partidos, que tiene todas las virtudes. Aún debería perder muchos encuentros. Lo que debemos hacer es mirarnos a nosotros en lugar de mirar a los demás, que es lo que hemos hecho hasta ahora y de manera excelente, sacando partidos muy complicados, como el del Calderón, el que jugamos ante el Sporting con diez, ante el Sevilla... Matemáticamente, evidentemente hay opciones, pero sigo pensando lo mismo, que costará y que no lo lograremos», abundó el técnico azulgrana.
Duda de la consecución del reto, pero no de la entrega de los suyos. «Dudas no hay. Habrá intereses, pero dudas no. Podríamos haber empatado o perdido en Calderón, podríamos habernos colocado a 12 o 13 puntos. Se lo han propuesto como un reto. Las semanas serán muy largas, insoportables, si al menos no hacemos bien nuestro trabajo. Quedan aún muchos partidos. Entramos en la última fase y, con la ayuda de todos lo intentaremos, con eso, manteniendo el buen tono y que nosotros y que la gente que nos quiere no podamos reprocharnos nada», aseveró Guardiola, quien no teme que su pesimismo, sea o no sólo de cara a la galería, pueda contagiarse a los suyos.
«Si no corren, sí, me sentiré preocupado y muy culpable. Pero no es el caso. Y ya me encargaré yo de que no lo sea, de que no dejen de correr», recalcó el entrenador, quien admitió que algún motivo hay para el optimismo. «Es mejor diez que ocho y diez que 13, pero hay que volver a competir, alargar esos 30 minutos excelentes que tuvimos ante el Sevilla. Vamos a ir a Europa y, para pasar a semifinales, no bastan», señaló el entrenador del Barcelona, a quien, por otro lado, le encanta que se destaque la belleza del fútbol que practica su equipo. «Al fin y al cabo, jugamos para la gente», se justificó.
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