jueves, 10 de octubre de 2013

Moyá capitán de la Copa Davis


La elección de Carlos Moyà como capitán de Copa Davis pone fin al convulso escenario generado alrededor del equipo desde que España logró la permanencia en el Grupo Mundial ante Ucrania, a mediados de septiembre. 

Quien fuera número uno del mundo y campeón de Roland Garros será presentado hoy en Madrid, en la sede del Consejo Superior de Deportes. Moyà toma el relevo de Álex Corretja, cuyo beligerante discurso ante la no renovación de su contrato fue el colofón a dos años en los que encontró serias dificultades para lograr la complicidad del grupo. El aún capitán, pues su contrato finaliza el 31 de diciembre, lamenta haber sido privado de explicaciones sobre su despido. 

«Tanto Carlos [Moyà] como Juan Carlos [Ferrero] eran dos magníficas opciones», dijo ayer a este periódico Corretja, que no quiso abundar en su enojo con la federación. Moyà, de 37 años, debutará en la primera eliminatoria del Grupo Mundial del próximo año, del 31 de enero al 2 de febrero, en la que España visitará a Alemania. Será un curso difícil, dado que en caso de victoria lo más probable es que la cinco veces ganadora de la competición deba de viajar a Francia en cuartos de final. 

«Carlos ha llevado al tenis español a ser lo que es», dijo en conversación telefónica José Luis Escañuela, que aplazó a hoy su respuesta a Correjta y añadió que se respetará su contrato hasta el 31 de diciembre. Esta circunstancia puede propiciar una situación incómoda en los próximos meses. 

La llegada de Moyà se produce cuando aún no se han apagado los rescoldos de la salida de Correjta, enfrentado a José Luis Escañuela, presidente de la Federación Española de Tenis, y Albert Costa, director técnico de este organismo. 

Fueron ellos quienes le nominaron una vez que Costa renunció a capitanear al equipo en la conquista de su quinto título, ante Argentina, en 2011. Sin embargo, el distanciamiento resultó progresivo, al margen de unos resultados que tuvieron en la final de Praga de un año después, ante la República Checa, su punto álgido. 

En el debut, pocos meses después de que los grandes valedores de la hegemonía de España en la última década anunciaran que atenuarían su compromiso con el equipo, Corretja, que a lo largo de su trayectoria sólo pudo contar con Nadal en una eliminatoria, consiguió llevarlo hasta la final. Esta temporada, después de un cruce inicial en Canadá donde, por razones distintas, hubo de acudir con una formación precaria, se saldó con la mencionada victoria contra Ucrania para lograr la supervivencia entre los mejores. 

Con Moyà parece garantizada la presencia regular del zurdo, que ha ido espaciando su participación en los últimos años, bien debido a las lesiones o a la adecuación de su calendario. Íntimo amigo del número uno del mundo, junto al que ganó en la cancha la Copa Davis de 2004, ante Estados Unidos, el nuevo responsable del equipo ha adelantado una decisión que, en principio, no parecía dispuesto a tomar en este momento.

Tras ejercer el pasado año como vínculo con los jugadores en el Masters 1000 de Madrid, donde le tocó afrontar el conflicto generado por la tierra azul, Moyà, que dirige un club de Tenis en la capital, ha continuado disputando el circuito senior, una especialidad devaluada que cada vez le dejaba más fechas libres. Su nombre flotaba junto al de Ferrero, quien desde su retirada, el pasado año, en el torneo de Valencia, no ha escondido públicamente su apetito por el puesto. 

Si bien ninguno de ellos cuenta con experiencia en la dirección, en la apuesta por Moyà pesa, además del respaldo manifiesto de Nadal, un mayor apoyo entre los tenistas. «Es uno de los mejores amigos que he tenido en el circuito, sino el mejor. Como jugador ha sido uno de los más grandes en la historia del país y merecía en algún momento ser capitán», dijo ayer éste.

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