Mou espera recibir el apoyo del Bernabéu el próximo miércoles.
Seguramente, si consigue regresar, el próximo 19 de mayo por la noche, al mismo sitio en el que ayer se sentó para contestar a cuatro preguntas de la prensa, no tenga que decir basta antes de quedarse afónico. Apenas hubo cuatro preguntas para el técnico del Madrid: «¿Alguna pregunta más?», solicitó su responsable en la materia. Silencio al otro lado. El asunto es que parece mejor seguir escribiendo sobre los argumentos acumulados que pedir explicaciones por ellos al responsable directo de lo que sucede en el campo.
Hoy, muchas crónicas afirmarán que el Madrid de anoche estuvo reservón, que Mourinho escogió la línea conservadora, o como se llame. Muy pocos de los que escribían esto en sus crónicas y contracrónicas se atrevieron a preguntarle al técnico para ver si les daba algo de luz. Es lo que hay. Por eso, que nadie le espere antes del 18 de mayo, si es que hay motivo: su intención es la de no volvera a dar rueda de prensa hasta la previa de la final de la Liga de Campeones, con la excepción hecha, claro, del partido de vuelta el próximo miércoles en el Bernabéu.
Dicho esto, las sensaciones en el entrenador blanco se mezclaban en su cabeza, por muy ordenado que parezca tenerlo todo. «El resultado es una derrota, pero no se trata de una remontada loca ni histórica, ni nada de esto en el partido de vuelta. Lo que espero es un Bernabéu volcado con su equipo para llevarnos hasta la final. No creo que se vaya a tratar de un partido con angustias de tener que marcar tres o cuatro goles», afirmó el entrenador portugués.
Pero por sus venas correrá hasta que se le pase la impresión, una vez más, de que se fue por el desagüe en el último instante un marcador estupendo. Ocurrió ante el Málaga, el Villareal y anoche. El último minuto se está conviertiendo en el que el Madrid debe aprender a jugar, ya que los otros parece tenerlos claros. «¿Por qué hemos perdido? Porque Mario marcó en el minuto 90».
Otra de las sensaciones que le queda a la afición del Real Madrid es que hay algunos jugadores que necesitan una dosis de ginseng, o como quirera que se llamen esas hierbas que te elevan el espíritu y lo que no es el espíritu. «Es abril y es lógico que, a estas alturas de la temporada, con tantos partidos, hay algunos jugadores que ya no están a tope. Es lo que hay y tenemos que aceptarlo», asumió, con resignación, Mou.
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