jueves, 23 de febrero de 2012

Los guiñoles de los franceses siguen trayendo cola.



«No, no. C'est ne pas possible». Los enviados especiales de Canal + Francia al encuentro del pasado martes en Moscú se quedaron de piedra cuando escucharon esta reacción. Aunque en realidad, algo así se temían desde unos días antes.

 Karim Benzema, su Karim Benzema, la joya de la República, les dijo de manera muy cortés que no podía hablar con ellos. Se trató sólo de una confirmación del veto oficial del que unos minutos antes habían tenido noticia. 


Previamente al delantero, José Mourinho también había hecho lo propio. El técnico, al igual que Benzema, estuvo educado con los periodistas de la televisión privada francesa con derechos en la Liga de Campeones. Mou atendió, como marca el protocolo de la UEFA, una por una a todas las cadenas con permiso, pero no lo hizo con los fanceses, en virtud de la decisión del club. 


El Real Madrid puso en marcha de manera palpable en el estadio de Luzhniki su decisión de negar la palabra de cualquiera de sus empleados a la cadena que hace dos semanas destapó la caja de los truenos en su célebre programa Les guiñols. 


Como es conocido, a raíz de la sanción del TAS al ciclista Alberto Contador por dopaje (lunes, 6 de febrero). Aquella misma noche, el mencionado programa emitió el primero de los sketchs en los que se ironizaba con mejor o peor gusto sobre el uso de sustancias dopantes no sólo por Contador, sino por los deportistas españoles. 

En uno de ellos, emitido el martes 7 de febrero, se ilustró la broma con un guiñol de Iker Casillas, como máximo representante de la selección campeona del mundo. Al mismo tiempo se ironizó en la misma línea con Rafa Nadal o Pau Gasol, por ejemplo. 

En el último de todos hasta el momento, emitido hace dos días, un presentador del programa concedía el «Premio Goya a la mejor interpretación» a Contador. Para ese momento, el Real Madrid ya tenía muy claro lo que debía hacer. 

Fuentes del club lo explican a este periódico: «El Madrid no podía quedarse de brazos cruzados ante lo que entiende una burla inadmisible no sólo a nuestro capitán, Casillas, sino a todo el deporte español. Creemos que se ha traspasado una línea peligrosa». 

La decisión del Real Madrid no tiene fecha de caducidad, por lo que la pelota está en el tejado de Canal + Francia a partir de estos momentos. 
El Madrid ha medido bien sus pasos y no ha querido impedir el derecho a la información de los trabajadores de la cadena francesa. 


De hecho, el pasado fin de semana, un grupo de enviados especiales de la emisora estuvieron cubriendo en el Bernabéu, en la zona de prensa de la grada y posteriormente en la sala de prensa, el encuentro frente al Racing. Posteriormente, los periodistas estuvieron trabajando en un reportaje sobre la figura de Mourinho.

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