viernes, 9 de noviembre de 2012

La Barbie alpinista



Empezó saciando su alma aventurera con la espeleología. Con 15 años ya descendió 1.070 metros de la sima GSEM, en Tolox, Málaga. A los 18 optó por alcanzar el cielo y se decidió a escalar montañas. Tres años después fue en busca de su primer ochomil en el Himalaya. Aumentó el riesgo en Xixa-Pangm, en el Tíbet, ascendiendo en estilo alpino (sin cuerda fija, sin oxígeno y sin porteadores). 
Subiendo peldaños «de uno en uno», -«soy climber, pero no una trepa», asegura-, a los 26 se coronó como la primera mujer española en alcanzar el Everest. 

Fue la cumbre más alta del planeta la que la dio a conocer -allí participó en el rodaje de una película documental-, y a partir de entonces, su belleza lo que la encumbró. Hoy, pasados los 40 y con su intacto atractivo físico vendido a decenas de marcas y lucido en portadas de todo el mundo, Araceli Segarra (Lérida, 1970) se define así misma como la «Barbie alpinista». 
Socarrona en cada una de sus respuestas, dice que le gusta hacer «autocrítica irónica» y ponerle a todo una dosis de «sentido del humor». «Es divertido ser modelo», apunta. 


La realidad: «Tengo la mala costumbre de comer tres veces al día y, como mi sangre no es azul, intento aprovechar lo mejor posible mis habilidades y las oportunidades que se me presentan». 
Algo más seria, lamenta que «escalando no se gana dinero, todo lo contrario, las expediciones las pagamos cada uno de los miembros del equipo con nuestros ahorros». Sus ingresos beben de un cuerpo escultural y una cara agraciada -«soy muy normalita, pero maquillada y peinada doy bien en cámara», se justifica ella- y de una intensa vida laboral que aglutina trabajos en publicidad, moda, televisión, radio, conferencias a empresarios, diseño de ropa… y ahora también libros. 

La última aventura de esta polifacética y emprendedora ilerdense se llama Tina y es una inquieta niña de pelo azul que, casualmente, sueña con llegar a la cumbre más alta de cada continente. Tina es la protagonista de una colección de cuentos infantiles escritos (en catalán y castellano) e ilustrados por la propia Araceli Segarra. 


Desvela que una afición de la infancia, «dibujar cómics», y la sensación de un vacío sobre la temática, «vi que apenas había álbumes ilustrados inspirados en la montaña, los viajes, las aventuras y los deportes que transmitiesen valores y principios», la lanzaron a este proyecto. 
Detrás, «hay muchas horas de trabajo» y no pocas esperanzas: «Espero que en un futuro no muy lejano Tina me retire», bromea. «La montaña es mi pasión, pero comunicar es mi vocación». 

1 comentarios:

Anónimo dijo...

como me gusta esta mujer, aupa Araceli, tu si eres una alpinista de las buenas y te lo has tenido que currar, no como la que corre por nuestra tierra, que le gusta más hacerse fotos y ser famosilla que a un tonto un lápiz. Agur!!

23 de octubre de 2013, 0:02

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