Luka Modric nuevo fichaje del Real Madrid

Luka Modric nuevo fichaje del Real Madrid

No hay mejor remedio para un lunes de mala resaca que una buena noticia. El turbio despertar era del Real Madrid, tras perder de forma penosa en Getafe, y la fresca novedad tenía ayer por la mañana nombre y apellido: Luka Modric, curso del 85, centrocampista de talento, pocos centímetros y mucho recorrido. El anuncio de su firma con el club blanco se mezcló con la sábanas revueltas de una minicrisis estival e inesperada, que tiene al bloque campeón de Liga a cinco puntos ya del Barcelona por tropezar en los dos primeros partidos del torneo doméstico. 

¿Fichaje para tapar desazones? En el Bernabéu se niega tan manida estrategia, asegurando que el trato con el Tottenham se concretó el pasado domingo. De hecho, Jose Mourinho tuvo conocimiento del cierre de la operación camino del Coliseum, aunque no respiró de alivio hasta que ayer uno de sus colaboradores le mandó a su móvil la foto de Modric sellando su compromiso (cinco temporadas, a cinco millones de euros por campaña) con la pluma cedida por Florentino Pérez. Con intenciones disuasorias o no, lo cierto es que la irrupción del croata de 26 años dio aire a los sofocos madridistas, que une a su nefasto arranque liguero la amenaza de jugarse el primer título del curso ante el Barcelona, mañana en el estadio blanco. 

Modric, que entrenó ayer tarde con sus nuevos compañeros, tendrá que esperar a la llegada del transfer de la FIFA para poder subirse a la convocatoria de la Supercopa, que hoy ofrecerá su entrenador. Si tiene los papeles en regla, Mourinho meterá ya en el equipo -suplente de inicio- a un futbolista en el que acumula muchas esperanzas. Le falló Sahin el pasado año, medio de toque y calidad que buscará esta temporada minutos en el Liverpool, de ahí su interés por reforzar este verano el bloque con un centrocampista versátil, que tanto puede acompañar a Xabi Alonso en la salida del balón como asociarse con los delanteros en las zonas calientes del ataque. 

Mourinho pidió a Modric hace meses y la maquinaria comenzó a funcionar, con los primeros contactos con el protagonista en mayo, antes de la Eurocopa que disputó con Croacia. El chico, dicen compañeros de su selección, se volvió loco con la posibilidad de vestir de blanco, pero el Tottenham no se lo iba a poner fácil. Su pérdida para un club con aspiraciones como el londinense era grave en lo deportivo, sin olvidar la vertiente económica, ya que los Spurs pagaron en 2008 casi 28 millones de euros por él al Dinamo de Zagreb y, lógicamente, ahora buscaban una plusvalía. La tendrán, porque el Real Madrid abonará 34 millones de euros tras unas negociaciones exigentes, que incluyen un acuerdo de colaboración entre ambos clubes. Podrá haber flujo de canteranos blancos hacia Londres y planes de explotación comercial conjuntos. 
El precio final de Modric subiría hasta seis millones más en función de distintas variables.

 La letra pequeña del contrato incluye primas para el Tottenham en el caso de que el jugador gane títulos colectivos o individuales. Cada logro tiene un precio en miles de euros, desde los goles que anote por curso a su posición final en la lista del Balón de Oro. Este niño de la guerra, que junto a su familia tuvo que abandonar su pueblo durante el conflicto de los Balcanes y que empezó a jugar con unas espinilleras de madera, llega a Madrid entusiasmado. «Vengo al mejor equipo del mundo, con el mejor entrenador y compañeros de mucho nivel», aseguró en su presentación. 

«Al presidente le encanta y al entrenador también. Necesitábamos un perfil así para el equipo», reconocen en el club, donde esperan que el futbolista encaje bien en la dinámica de un vestuario muy latino, donde la competencia se incrementa con su llegada. «Tengo calidad para jugar aquí», recordó ayer valiente ante el micrófono, mientras en primera fila su hijo de dos años, Ivano, se pisaba la enorme camiseta blanca con el número 19 que lucirá en un principio, hasta que queden libren dorsales más apetecibles. Quizá el 8 de Kaká, aunque en el Madrid no tienen nada claro que le encuentren una salida antes del cierre del mercado, el próximo viernes.