El Valencia remontó con ayuda del árbitro
En puridad, no puede decirse que la victoria del Valencia en Los Cármenes fuera injusta. Pero la película bien podría haber sido otra si, apenas con media hora de juego, si Undiano Mallenco no se hubiese inventado la segunda amarilla que supuso la expulsión de Míkel Rico, por lo demás una pieza clave del Granada. Aunque los de Anquela, en un ataque de coraje, fueron capaces de ponerse por delante en el marcador, la superioridad numérica y de calidad del equipo que dirige Ernesto Valverde se acabó imponiendo sobre un Granada que acabó desfondado, desesperado y sin ideas. Aún no han sido capaces los nazaríes de ganar dos partidos seguidos esta temporada, y llevan sin regalar una victoria en casa a su afición desde el 2 a 1 al Celta el pasado 30 de septiembre. El Valencia, reanimado con los goles de Jonas y Piatti, logra su segunda victoria seguida y se engancha a las puertas de la zona europea.
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