HRT vende su material
El pasado mes de mayo, la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, inauguraba en la Caja Mágica la sede de la escudería española de Fórmula 1. Acto con pompa, canapés de Arzak y discursos de futuro. «Será éste el mejor enclave para convertirse en un icono tecnológico y deportivo», decía la regidora aquella mañana. A cambio de un millón de euros anual de renta, HRT se hacía con una de las alas de la instalación, con piscina incluida. Ahora, apenas medio año después, guardias de seguridad vigilan que nadie saquee el edificio. En la puerta cuelga el cartel de Se traspasa y dentro el material coge polvo.
De manera silenciosa, el equipo español de F1 ha fallecido. El proyecto que ideó en 2009 Adrián Campos y comenzó a andar en el Mundial de la mano del empresario José Ramón Carabante tuvo que echar el cierre el pasado 31 de diciembre. Su actual propietario, el fondo de inversión Thesan Capital, decidió parar y no afrontar los 60 millones de euros de gasto necesarios para que HRT compitiera una temporada más.
Las cuentas no han salido, sin apenas patrocinadores nacionales y con escasos apoyos internacionales. La venta tampoco ha fructificado. «Llama gente interesada, pero nada más», explica Luis Pérez Sala, el ex piloto en los años 80 y último jefe de equipo en HRT. Las conversaciones con grupos indios y árabes no avanzaron, y ahora mismo las posibilidades de dar salida a la escudería son escasas. Quien adquiriera el producto no tendría tiempo material para llegar al inicio del campeonato, el próximo 17 de marzo. Debería centrarse en 2014 y preparar aproximadamente 80 millones de euros para afrontar el profundo cambio de reglamento previsto.
En la Caja Mágica reposan los coches de la pasada temporada y el material del equipo. Elementos mecánicos y también alta tecnología que ahora se ofrece por piezas, con un valor total de menos de tres millones de euros. Pero ni por partes está resultando sencillo dar salida a los restos de la escudería española. Las deudas con el personal -según ambas partes- sí se van saldando, tras el ERE presentado por la empresa a finales del pasado año. Atrás queda el incidente provocado por un grupo de mecánicos ingleses al finalizar la pasada temporada. Al aterrizar de la última carrera, en Brasil, acudieron con demasiado alcohol en la sangre a las puertas de la sede en la Caja Mágica. Tras llevar semanas escuchando rumores, exigieron por las malas sus pagos, lo que obligó a la policía municipal a intervenir.
Con pesar observa Pedro Martínez de la Rosa el final de HRT. Éste abandonó a finales de 2011 su puesto de probador en una potencia como McLaren para liderar como piloto titular el proyecto español. Sólo una temporada ha durado el sueño. «Ha sido una pena. Además, habíamos pasado lo peor. El equipo comenzaba a funcionar bien, teníamos buenos especialistas de aerodinámica fichados para 2013, etc... Íbamos a mejorar en la pista», explica el barcelonés, sorprendido por el súbito deceso de la empresa.
De la Rosa busca ahora empleo, como el resto de los ex trabajadores de la escudería. Está en negociaciones con varios equipos para recuperar su rol de volante de pruebas. En un año con tantos cambios de reglamento a la vista, su experiencia se valora. Mientras otros candidatos como Petrov o Bruno Senna ofrecen dinero por un puesto, él recuerda su trayectoria. En las últimas semanas ha conversado con Williams, Mercedes y también con Ferrari. En McLaren no le olvidan, pero a una parte de la dirección de la marca inglesa no agradó su marcha a HRT, la segunda vez que salía de Woking tras competir media temporada con Sauber en 2010.
Así y todo, las opciones de volver a la escudería plateada no están cerradas. Precisamente allí, Sergio Pérez, su nuevo piloto, ha reclamado el regreso de De la Rosa. El mexicano, sustituto de Lewis Hamilton, ha solicitado la presencia de un rostro latino y con tablas que le ayude en su adaptación al universo McLaren.
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