domingo, 16 de septiembre de 2012

Mourinho ``En estos momentos no tengo equipo´´



Esto es fácil. El año pasado, el Madrid tardó 15 partidos en dejarse ocho puntos por el camino. Este curso, ha tardado cuatro. Claro, eso a Mourinho no se le ha escapado. Y como resulta que, cuando al Madrid le sucede algo como lo de ayer, la rueda de prensa del técnico es tanto o más importante que el partido, había curiosidad por ver el camino que elegía el portugués. Llegó sonriente a la sala de prensa, y sin cólera en el tono, despachó el mayor ataque contra sus futbolistas que se le recuerda en sus dos años y un poquito en el Bernabéu. «En estos momentos no tengo equipo», fue la frase de cierre para 10 minutos de lindezas, todas ellas dedicadas a los muchachos que se duchaban casi pared con pared. 

«Hay cabezas que no están comprometidas con el fútbol. Sólo hay dos o tres cabezas para las que el fútbol es prioritario ahora. Pero eso es mi responsabilidad, porque el entrenador soy yo», afirmó un técnico que siempre hizo de su complicidad con los vestuarios una seña de identidad. Por ahí se podría interpretar que, con este ataque, pretendía una reacción similar a la que buscan los padres con los niños pequeños cuando les castigan. Ocurre que, dependiendo del niño, eso no siempre sale bien, y los futbolistas no suelen recibir esos recados de ese modo. Antes al contrario, los jugadores -los del Madrid y los del resto de los equipos- tienden a molestarse, y mucho, cuando pasa esto. 

Pero se ve que a Mourinho esta opción le viene a dar igual, porque insistió. «En el descanso he hecho dos cambios, pero habría hecho siete si hubiera podido. Debimos hacer más cambios. Y con eso no digo que Di María u Özil, que se han ido en el descanso, hayan estado peor que otros que han jugado los 90 minutos». Mou, un tipo con una rapidez mental extraordinaria, fue hilando un discurso hiriente para sus jugadores, probablemente acorde con el sentimiento de la afición en un día como hoy, siempre difícil tras lo visto sobre el campo. Más: «El problema es la actitud. La diferencia entre el Sevilla y nosotros está en el minuto uno. No se puede trabajar más las jugadas a balón parado. Todos conocen cuál es su oponente, su función, la zona que tiene que cubrir, tenemos gráficos... y llega un córner en el minuto uno y gol. Ésa es la imagen de un equipo sin concentración», apostillando, claro, que la victoria del Sevilla era «merecidísima», aunque menos que la derrota de los suyos. Por cierto, ¿influyó en lo ocurrido lo de Cristiano? «Pienso que no. El partido de hoy [por ayer] no ha sido diferente al del Getafe, o el del Granada... No le veo relación con el rumor de prensa rosa del que habéis querido hablar esta semana». 

Ningún jugador se atrevió a llevarle la contraria a su entrenador. «Tiene razón», convino Pepe. Si acaso, Sergio Ramos: «No es el momento de hacer declaraciones». Demasiado tarde. Salió el Madrid del Pizjuán hacia el aeropuerto rodeado de silencio, con ese ambiente tenso que se corta en noches como la de ayer, que pudo haber sido peor si el árbitro hubiese considerado roja -no era difícil- las acciones de Higuaín y Di María. Lo mejor, o quizá lo peor, para el Madrid, es que el martes empieza la Champions. Y sólo es el Manchester City.

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