sábado, 4 de mayo de 2013

Jason Collins sale del armario



A Jason Collins le empujó a salir del armario el gesto del joven congresista demócrata Joe Kennedy, que desfiló el año pasado por las calles de Boston durante la jornada del Orgullo Gay. Ambos vivieron juntos en la Universidad de Stanford y desde entonces les une una gran amistad pese a tener orígenes bien distintos: Jason se crió en un suburbio de Los Ángeles y Joe es el nieto de Bobby Kennedy. 
«Oír lo que había hecho Joe me llenó de envidia», explica Collins en el largo artículo de Sports Illustrated en el que desvela su condición sexual. «Me sentía orgulloso de él pero furioso al pensar que yo ni siquiera podía jalear como espectador a mi amigo heterosexual». 

Ningún otro jugador de la NBA ha desvelado su homosexualidad durante su carrera. Lo hizo el pívot británico John Amaechi cuatro años después de retirarse y desde entonces nadie había dado un paso similar en el baloncesto profesional. Tampoco en deportes como el béisbol, el hockey sobre hielo o el fútbol americano, cuyas grandes ligas siguen sin tener un solo jugador abiertamente gay. 

Collins tiene 34 años y es uno de los pívots más respetados de EEUU. Ha disputado dos finales, ha estado en nómina en seis equipos y ha jugado 12 temporadas consecutivas de la NBA. Este año ha repartido su tiempo entre los Boston Celtics y los Washington Wizzards y ahora quiere encontrar un equipo que le permita alargar su carrera en el baloncesto profesional. 
El pívot empezó a darle vueltas a salir del armario en otoño de 2011 durante el cierre patronal de la NBA. Pero fue el ejemplo de su amigo Joe Kennedy lo que le decidió a dar el paso después de muchos meses de reflexión. 

Se lo dijo primero a su tía Teri, que ejerce como jueza a las afueras de San Francisco y se quedó de piedra cuando ella le dijo que ya sabía que era gay. Para sus padres y para su hermano mellizo Jarron fue una gran sorpresa. Pero la confidencia ayudó a reforzar los lazos familiares y convenció a Collins de que era el momento de dejar de esconder su homosexualidad. «He alcanzado un status en la vida en el que puedo hacer más o menos lo que quiero y quería ser auténtico, genuino y fiel a mí mismo. Quería ser yo quien hiciera el anuncio y no la web de cotilleo TMZ». 

El anuncio de Collins atrajo ayer los elogios de colegas como Baron Davis o Kobe Bryant. También el reconocimiento del ex presidente Bill Clinton, la ex tenista Martina Navratilova y el responsable máximo de la NBA, David Stern. 

Collins ha preferido esperar a final de temporada para hacer el anuncio porque no quería que fuera una distracción para sus colegas. Pero este año lució en la espalda el número 98 como tributo al joven Matthew Shepard, secuestrado, torturado y asesinado en 1998 por su condición homosexual. A Collins no le gustaría que le colgaran una etiqueta a partir de ahora. Es homosexual pero también afroamericano, cristiano y amante de la música negra. Aún no sabe en qué equipo jugará el año que viene. Pero el 8 de junio estará en las calles de Boston desfilando con su amigo Joe Kennedy en el día del Orgullo Gay.

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