martes, 25 de diciembre de 2012

Los castigos de Mourinho



Después del partido ante el Málaga, sólo dos jugadores hablaron con la prensa. Sergio Ramos -uno de los habituales- y Pepe. El sevillano admitió que la suplencia de Iker Casillas era una sorpresa y valoró la trascendencia del portero para el equipo varias veces: «Es nuestro capitán y un hombre clave», afirmó Ramos. Sin embargo, el portugués suscribió, letra por letra, lo que había explicado Mourinho pocos minutos antes. Hasta tres veces le preguntaron a Pepe su opinión sobre la suplencia de Iker. «Es una decisión del entrenador que debemos respetar». Al margen del rendimiento deportivo del central luso, indiscutible, puede que ese tipo de apoyos públicos también le ayude a ser uno de los dos únicos indiscutibles a los que Mourinho no ha castigado en los dos últimos años. El otro es Cristiano Ronaldo. 

Hay que ceñir el análisis a la temporada pasada y lo que va de esta porque, de lo contrario, ni siquiera el delantero se libraría de la rigurosa disciplina que pretende implantar el técnico, tanto dentro como fuera del campo. Tras el partido de ida de las semifinales de la Champions 2011, donde ganó el Barcelona (0-2), dijo Cristiano: «No me gusta jugar así, pero tengo que adaptarme a lo que me piden». Tres días más tarde, cuando peleaba con Messi por el Pichichi (ganaba entonces el argentino por dos tantos, 31 contra 29), Mou dejó en la grada al delantero ante el Zaragoza -el Madrid perdió y dijo adiós del todo también a la Liga-. 
Excepción 

Quitando esa ocasión, CR es el único fijo para Mourinho junto a Pepe. Ambos juegan y nunca han sido sancionados por su bajo rendimiento o por sus declaraciones. Hasta el partido de Málaga, había otros dos en esa lista. Casillas y Xabi Alonso. El portero fue suplente en un partido trascendente por primera vez en 10 años, y aunque la explicación del banquillo fue «una decisión técnica», sonó mucho más a castigo por el enfrentamiento soterrado que ambos mantienen. Y, aunque lo del portero lo tapó casi todo, para muchos en ese vestuario no pasó desapercibido el cambio de Xabi Alonso, apenas dos minutos después del 3-1, un tanto que nace en un error del mediocentro. Mourinho, pese a que luego decretó que Sergio Ramos fuera delantero centro, quitó del campo a Xabi, su mejor lanzador en largo, para dejar a Khedira, Modric, Özil y Kaká. 

Iker y Xabi han sido los últimos, pero la lista de esta temporada es amplia. Los primeros fueron Mesut Özil y Sergio Ramos. Tras los partidos de Getafe y, sobre todo, del Sánchez Pizjuán ante el Sevilla, ambos fueron al banquillo en el debut ante el Manchester City en la Liga de Campeones. La suplencia de Ramos duró sólo un partido porque regresó ante el Rayo Vallecano, pero ya supuso un toque de atención para el segundo capitán, otro de los que mantiene una relación tensa con el entrenador. A Özil, sin embargo, le costó mucho más. Volvió al equipo ante el Depor dos semanas después, pero fue sustituido en el descanso con bronca -por eso Ramos se puso la camiseta de su compañero bajo la suya en el segundo acto-. De hecho Özil se llevó un recado de Mou en la rueda de prensa previa al partido de Amsterdam. «Necesita más minutos y más calidad. A más calidad, más minutos». La respuesta del mediapunta en días como los del Borussia en el Bernabéu (empate con una falta suya) o Valladolid le han hecho quitarse el cartel de sospechoso. 

Un cartel que ahora ostenta sobre todo Di María. Regresó en Málaga a la titularidad tras dos partidos seguidos (Valladolid y Espanyol) sentado en el banquillo, pues su actuación en la noche contra el Betis dejó huella, para mal, en la libreta del técnico. Benzemá, por supuesto, ha estado bajo la lupa sumarísima de Mou casi desde que llegó, y muchos han sido los toques de atención públicos, el último tras insinuar que el francés no quería jugar en Balaídos en Copa del Rey. En el partido siguiente contra el Espanyol no participó, a pesar de que fuentes del club afirmaban esos días que, de haber querido, podría haberlo hecho. En esta lista también caben Higuaín, Marcelo, Arbeloa o Khedira. Y Coentrao, tres meses sin jugar tras su expulsión en Getafe. 

Porque la otra lista, la de los hombres que han sido definitivamente señalados, está completa: lejano quedan los nombres de Pedro León y Canales, pero no tanto suenan los de Kaká, Carvalho o Albiol, sólo presentes en situaciones desesperadas.

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