Simeone aún tiene fe
Fue un domingo agridulce en el Atlético de Madrid. En los días previos al derbi, todos en su fuero interno creyeron que este año sí porque Simeone ha inyectado en el vestuario una cosa llamada fe. De ahí que lo sucedido en el Bernabéu haya sido un golpe. Más que por el resultado -entra dentro de lo normal perder contra el Real Madrid- por la imagen, especialmente en una segunda parte donde el Atlético ni defendió bien como en la primera ni fue capaz de hacerle cosquillas a Iker. Pero la fe, dicen en el club y en el vestuario, sigue intacta. La ocasión para testar si eso es verdad es el próximo domingo ante el Deportivo en casa.
Porque el partido del jueves ante el Viktoria Plzen no sirve. No irán los titulares -al menos, no todos- por mucho que esté en juego la primera plaza del grupo de la Europa League. El Atlético ha focalizado todo en la Liga, una competición donde, pese a lo del sábado, presenta los mejores números de su historia. «La cagamos», asumía ayer un miembro de la plantilla, «pero hay que levantarse». Simeone les dio el día libre ayer y hoy por la tarde volverán a entrenar, algo que ya estaba previsto antes del resultado contra el Madrid.
La mirada al frente. Ese sería un buen resumen de lo que pasaba ayer por la cabeza de todos los que conforman el Atlético. Y las cuentas están más o menos claras. Quedan cinco partidos para acabar la primera vuelta. Por el Calderón deben pasar el Deportivo, el Celta y el Zaragoza, equipos ante los que, a priori, no debería el equipo dejar escapar puntos de un estadio donde cuenta por victorias las siete veces que ha iniciado en su hierba. Después, hay dos salidas. Al Camp Nou y a Mallorca. «Si somos capaces de ganar todo lo de casa y puntuar en Mallorca, terminaríamos la primera vuelta con 44 o 46 puntos, una barbaridad», contaba un alto ejecutivo del club.
De esa declaración se desliza que la visita a Barcelona la dan por amortizada, por mucho que cuando llegue el día (domingo 16, 21.00 horas) no lo vayan a decir. Pero incluso así, esa puntuación prevista lleva camino de Champions, más que el objetivo, la obsesión del club. Por medio está también la Copa del Rey, donde la eliminatoria contra el Getafe les daría el billete a unos cuartos de final en los que Simeone también ha puesto los ojos, entre otras cosas porque no se encontrarían ni a Real Madrid ni a Barcelona hasta una hipotética final. Esa es la mejor vía para pelear por un título. En todo caso, la Copa también sería secundaria. Escrito está, la obsesión es entrar en la Liga de Campeones. Y de momento el camino es impecable, porque los rivales que en teoría van a luchar con los rojiblancos por esas plazas están muy lejos. El Málaga y el Valencia perdieron también sus partidos del sábado y eso hace que la herida sangre menos. A los andaluces les saca el Atlético 12 puntos, y a los valencianistas, 16. «Con ese colchón no se nos puede acusar de nada», decían ayer en las oficinas.
Sin duda, el que peor resaca tuvo fue Thibaut Courtois. El portero belga del Atlético tuvo la desgracia de comprobar cómo Cristiano retomaba la puntería en los lanzamientos de falta. Él había sido el último blanco del portugués. Él fue el que cortó la racha de errores. Pero lo hizo en un lanzamiento soberbio de Cristiano, ante el que nada pudo hacer. Sin embargo, en su cuenta de Twitter empezó a recibir insultos por parte de algún impresentable. Al tratar de bloquear a uno de ellos, canceló su cuenta. Horas después, la reabría con un mensaje. «Gracias a la afición del Atleti por el apoyo en la derrota. Con ganas de trabajar para volver a ganar!!! Vamos Atleti».
Otra de las diferencias de este año con los anteriores es que nadie, de momento, ha visto ningún gesto en la estrella del equipo -en este caso Falcao- que lleve a pensar en que la derrota en el derbi fue la gota que colmó el vaso en un proceso para su marcha del club, como sí ocurrió con Fernando Torres y con Sergio Agüero.
Lo dijo Simeone en la rueda de prensa. «No vamos a variar nada de lo que venimos haciendo hasta ahora. Partido a partido, ese es el camino que nos hemos marcado y en el que debemos seguir insistiendo», dijo el Cholo, probablemente el más dolido de todos, pues a sentimiento rojiblanco pocos ahí dentro le ganan.
No va a modificar ni un milímetro su hoja de ruta el entrenador. Sabe que esta progresión de puntos lo colocan directamente en el objetivo, que a estas alturas todo el mundo asume como el segundo o el tercer puesto, lugares que dan un acceso directo a la Champions, sin las engorrosas eliminatorias previas de agosto. El camino ha sido elegido y dicen que no se van a mover.
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