Debate por el arco de San Mamés

Debate por el arco de San Mamés

No hay Asamblea reciente en la que no salga a relucir el vetusto arco que corona la tribuna principal del actual San Mamés. De puente en Zorrozaurre, de elemento decorativo en el nuevo campo o en cualquier otro lado, esa estructura preocupa a los socios compromisarios. Ayer, día dedicado a San Mamés Barria, el arco volvió a cobrar importancia como también el busto de Pichichi, el león disecado que actualmente está en el antepalco y las fotos de los internacionales que adornan sus paredes.

Para el arco, como viene siendo costumbre, la junta directiva se remitió a las decisiones que tome la sociedad San Mamés Barria S.L., dueña del campo nuevo y, por tanto, del arco. En todo caso, el presidente Josu Urrutia adelantó que esta sociedad «maneja diversas propuestas» sobre el arco y que en breve se tomará una «decisión definitiva» al respecto y apostilló que tienen en cuenta la recogida de firmas de la Peña Deusto a la que pertenece el socio que formuló la pregunta.

El secretario Javier Aldazabal apuntó que «el arco está deteriorado y ya no tiene función arquitectónica, ya no hace la función de pinza para la que fue instalado». El directivo tuvo que morderse la lengua para no avanzar algunos de los usos que plantea la sociedad propietaria del campo, ya que, aseguró, no podía hacerlo.

También está sin definir la ubicación del resto de elementos históricos del Athletic que tienen un lugar fijo desde hace muchos años. Urrutia avanzó que pronto habrá una decisión definitiva acerca de su nuevo lugar y resaltó la importancia de estos «símbolos de peso», porque son cuestiones de ese «carácter sentimental» sobre el que el presidente puso el acento en su alocución introductoria.

Durante el turno de ruegos y preguntas que cerró la Asamblea también se plantearon cuestiones relativas a las cuotas. Había un espacio reservado para esta cuestión, pero ningún compromisario la aprovechó, alguno porque se había «cortado» y otros porque no se enteraron bien de ese turno anterior pese a la insistencia de Javier Aldazabal.

Se preguntó sobre los palcos VIP, que durante la temporada 2013-14 se dedicará a reubicar a los socios de la tribuna sur. Urrutia especificó que «el modelo de negocio» de estos espacios, que ocupan la mayoría del anillo central, aún no ha sido concretado y que debido a que aún quedan año y medio para que cumplan con su cometido original, no es un tema prioritario para la junta directiva.

Un socio compromisario propuso que hubiera sido mejor para todos establecer una temporada de transición para comprobar la ubicación de las localidades y, de cara a la temporada 14-15, realizar una asignación definitiva. Alberto Uribe-Echevarría, contador de la junta, explicó la «imposibilidad» de realizar un traslado de este tipo, ya que sería un «infierno para toda la masa social». «Ahora disponemos de toda la información, desde nuestro punto de vista. Sabemos las cuotas, los accesos y, a través del 3D, conocemos la visibilidad. En todo caso, más tarde se podrá cambiar la localidad, hay que tener en cuenta que quedarán 10.000 localidades libres», puntualizó Aldazabal.

La parcela deportiva también tuvo su importancia. Preguntado por la brusca salida de Pablo Orbaiz, Urrutia explicó que fue el propio jugador quien pidió «celeridad» para salir al Olympiacos el 31 de agosto de 2011, impidiendo así cualquier tipo de acto de homenaje o similar. Sobre Nacho Monreal, Urrutia animó a los compromisarios a «no creer todo lo que aparece en prensa», si bien reconoció que se realizó una propuesta concreta en un momento dado, que fue la última semana de agosto. No quiso dar más vueltas a los casos de Fernando Llorente, Fernando Amorebieta y Javi Martínez, y simplemente apuntó que sólo quiere «que se respete al Athletic, que los futbolistas sean agradecidos y que valoren los esfuerzos del club».

En el capítulo de deudas a favor, Aldazabal recordó que Mediapro sigue debiendo al Athletic 11,4 millones de euros y que el Mallorca está cumpliendo los plazos conforme quedó acordado en su día para el montante que resta por el traspaso de Aduriz.