Oscar Pistorius, Blade Runner
Oscar Pistorius, alias Blade Runner es sin duda uno de los atletas más aclamados de la historia y uno de los grandes referentes de este deporte. El niño al que a los 11 meses tuvieron que amputar las dos piernas por carecer de peronés y que perdió a su madre cuando tenía 15 años se convirtió en un hombre capaz de correr más que nadie sobre dos prótesis de fibra de carbono. En su juventud, Oscar se había convertido en un ejemplo. Su discapacidad no le impedía jugar a deportes como el rugby, tenis o waterpolo. Por entonces, además de en la escuela, se entrenaba a diario en un gimnasio instalado en un garaje de Pretoria. Su velocidad en la pista le llevó a competir, tras un largo proceso judicial con las autoridades deportivas internacionales, en los pasados Juegos Olímpicos de Londres en las pruebas olímpicas junto a atletas sin discapacidades.
Sus estratosféricas marcas en la pista -corrió en 46,34 segundos en la prueba de 400 metros en los Juegos Paralímpicos de Atenas- le hicieron soñar con disputar pruebas fuera del circuito paralímpico. En un principio la Federación Internacional de Atletismo se opuso a su participación en los Juegos de Pekín por considerar que «sus prótesis eran una ventaja». Finalmente, tras muchas disputas legales, Pistorius participó en las pruebas de los mundiales de Daegu en 2011, donde llegó de forma individual a las semifinales de los 400 metros y se colgó la medalla de plata en la prueba de relevos de 400 metros con Sudáfrica, convirtiéndose en el primer hombre capaz de ganar una medalla en un mundial de atletismo con las dos piernas amputadas.
Pero su verdadero sueño era participar en Londres 2012 y, como él mismo declaró cuando fue seleccionado, «hoy verdaderamente es el día más orgulloso de mi vida. Haber sido seleccionado para representar al equipo de Sudáfrica en los Juegos Olímpicos de Londres 2012 en las pruebas de 400 metros individual y 4 por 400 metros por relevos es realmente un honor y estoy muy satisfecho de que hayan fructificado todos estos años de arduo trabajo, determinación y sacrificio».
En este caso, volvió a conseguir clasificarse para las semifinales de los 400 metros, lo que ya fue considerado una proeza debido a su discapacidad. Su fama se acrecentó por mil y fue junto al mítico jamaicano Usain Bolt la gran estrella mediática de los Juegos. «Es un honor para mí conocerle», declaró la bala jamaicana en un encuentro entre los dos atletas más importantes mediáticamente de la última década y en el que el gran Bolt aceptó que tenía que compartir el trono con un hombre admirado por su determinación para superarse. Una frase realizada por el propio Pistorius en el transcurso de una entrevista resume a la perfección esa capacidad de lucha que le hizo llegar a lo imposible. «No estás discapacitado por las discapacidades que tienes, estás habilitado para las habilidades que posees».
Es posible que este currículum deportivo intachable ayude al atleta en el juicio por la muerte de su novia. Pero lo tiene muy crudo, ya que ha sido acusado formalmente por la Fiscalía de Homicidio premeditado, cargo que va a rechazar «en los términos más enérgicos» según ha anunciado su agente. Sin embargo, al ídolo, que estuvo ayer apoyado por su padre y sus hermanos en el tribunal, el juez le ha dado un respiro, aunque sea entre rejas, pues ha aplazado hasta el martes la decisión de su libertad bajo fianza.
De momento, hay quien apoya al atleta y quien no. ¿Era acaso un hombre obsesionado con su seguridad personal? No hay que olvidar que una vez tuiteó: «Nada como oír el ruido de la lavadora, pensar que hay un intruso en tu casa y combatir con él en la despensa». Desde luego, normal el chico no es. Mientras tanto, los carteles publicitarios con su figura están desapareciendo de todas las marquesinas sudafricanas.
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