Unai Hontiyuelo resurge
Valladolid y Castilla y León no se han olvidado de Unai Hontiyuelo. El joven vallisoletano que, con apenas 8 años, contrajo en un campamento una sepsis meningocócica que le provocó la amputación de ambas piernas por debajo de la rodilla y un daño renal severo. Aquello ocurrió en el verano de 2010. Hoy, dos años y medio después, cual Ave Fénix, ha resurgido y se ha volcado en el deporte para mostrar a todos que es un ejemplo de superación.
Hasta que ocurrió su terrible historia, Unai era un prometedor jugador de fútbol (conquistó el subcampeonato del Torneo de benjamines con la UD Sur) y un apasionado de cualquier deporte. La fatalidad y un sinfín de malditas 'casualidades' se cruzaron en su vida y provocaron que la sociedad vallisoletana se volcara con él.
Sin embargo, su familia ha intentado que su vida sea «dentro de las limitaciones», lo más normal posible. Por eso han querido que siga relacionado con lo que más alegrías le depara, el deporte. «Pensé que lo mejor para él era practicar alguna actividad y opté por la natación», explica Beatriz Álvarez, su madre, que reconoce que al principio le costó encontrar «algo» en Valladolid, hasta que se puso en contacto con la Federación Polideportiva de Discapacitados de Castilla y León (Fecledmi).
Unai no lo dudó y aceptó sin tapujos sumergirse en la piscina. Un deporte que además de esparcimiento le sirve como rehabilitación de las graves secuelas que le ha dejado la enfermedad. Lo que está claro es que la raza de campeón no desaparece de la noche a la mañana. Y rápidamente el espíritu competitivo del chaval se ha visto recompensado en forma de medallas. En enero participó en Zamora en el Autonómico de Natación donde obtuvo un oro (25 metros libres) y un bronce (25 metros espalda). Además también forma parte de los Juegos Escolares de la Fundación Municipal de Deportes donde se mide con compañeros sin problemas físicos, y en su primera participación ya dejó muy buenas impresiones. «Está muy ilusionado y contento, pero con ganas de mejorar sus resultados», asegura su madre, que piensa que dentro del agua su hijo «se cree uno más».
Unai nunca había competido a nivel oficial en este deporte, aunque no le es desconocido pues ha participado en las actividades extraescolares que se hacen en los colegios desde los tres años. Ahora entrena dos veces a la semana en el polideportivo Huerta del Rey. Esta ambición le ha ayudado a aprender en la persistencia y a no rendirse. Así, intenta superarse cada día y marcarse nuevas metas con cada brazada que realiza en la piscina.
La natación adaptada le ha servido a este gran seguidor del FC Barcelona para conocer a más jóvenes que se encuentran en su situación. Por ejemplo, se ha hecho muy amigo de Luis, otro vallisoletano que tiene sus piernas amputadas. «Se apoyan mucho y sobre todo se dan cuenta de que con esfuerzo se pueden conseguir las metas que se propongan», afirma su madre, quien reconoce que al principio su diagnóstico parecía una sentencia. Unai ha logrado levantarse y seguir hacia delante. Ahora solo tiene 11 años, pero quién sabe si algún día estas medallas regionales se convierten en olímpicas.
1 comentarios:
Buenas cherrygol soy el autor de este reportaje en el periódicoDIARIO DE VALLADOLID el Mundo, me gustaría que citaras las fuentes cuando utilices las informaciones de otros. Gracias
16 de febrero de 2013, 21:49Publicar un comentario