jueves, 2 de agosto de 2012

Primera medalla para España,Mireia Belmonte.



Si tuviese una llamada para salvar la vida, ¿llamaría a Mireia Belmonte? 
Estarían muertos, los desconfiados, los pesimistas informados, quienes la vieron dudar en estos Juegos como otras veces, sin poder confirmar la grandeza que acuna y que desplegó desde al primer giro de los 200 metros mariposa. Oro era la segunda vez que tocó la pared y al frente seguía al enfilar el último largo, con la china Jiao engullendo los centímetros, pero con Mireia intacta en el podio, guapa incluso con ese chándal, pero con esa plata. 


Cuando España boqueaba, al borde del ahogo, y crecía el riesgo de que la calamidad paralizase la voluntad colectiva, la española, mariposa feroz sobre las aguas, impuso la calma. Plata para ella, la primera medalla de España tras cuatro días de penuria y una quinta jornada de muerte. Miércoles de pasión: Luis León Sánchez rompió la cadena en la primera pedalada de la contrarreloj; Pol Amat se lesionó y es baja para el resto del torneo de hockey; el judo incorporó su sexta decepción; el tenis pierde a Feliciano López y a Ferrer en individuales; el fútbol español se despidió sin marcar un gol; Samuel Hernanz se quedó a dos pasos del podio en aguas bravas; Iker y Xabi, la pareja infalible de la vela, anda perdida en el undécimo puesto... Un día funesto, vuelto del revés. 


La plata de Mireia sella la sangría, el peor arranque desde Seúl'88, cuando el podio maduró el sexto día. Y la plata invita a tomar carrerilla. El desfase en el medallero apenas se abrevia, pero por fin España, trémula, se sube al columpio y toma impulso, porque, probablemente, otra alegría le aguarda hoy, con paladas de Maialen Chourraut.


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