jueves, 17 de enero de 2013

El Valencia ya piensa en renovar a Valverde


El pasado 6 de diciembre se cumplió un mes desde la llegada de Ernesto Valverde a Mestalla, aunque la sensación es que lleva dirigiendo al Valencia mucho más tiempo. Si existe esa percepción es porque parece manejar los hilos a la perfección, como si fuera de la casa, de toda la vida. No le ha hecho falta mucho más para poner orden en un vestuario que se estaba fragmentado. Demasiados egos que Pellegrino no supo controlar y que el Txingurri, con naturalidad y sentido común, ha reconducido sin sobresaltos. 
Fue uno de los detalles que agradó del técnico cuando el 2 de diciembre el presidente del Valencia, Manuel Llorente, y el director deportivo, Braulio Vázquez, se citaron con él en Zaragoza. Era el primer cara a cara con el técnico extremeño. 

Por entonces, el vestuario del Valencia parecía un gallinero, Gago había pedido abandonar el club tras la destitución de Pellegrino y los pesos pesados, Albelda y Soldado, llamaban al orden para cerrar filas. 
La última experiencia de Valverde en el Olympiacos, una auténtica Torre de Babel, con jugadores de hasta 15 nacionalidades, no pudo ser más gratificante. Se despidió de Grecia con el doblete, Liga y Copa, y con el vestuario rendido a sus pies. Esa confianza del grupo es la que se ha ganado en tiempo récord en el Valencia. Valverde y su equipo de trabajo: Jon Aspiazu y José Antonio Pozanco. No es de extrañar que el club ya se haya planteado su renovación. 

La plantilla siente un gran respeto por sus métodos y por la coherencia que aplica en cuestiones deportivas. Es sencillo: futbolista implicado, futbolista que juega. Valverde, además, ha rescatado a activos que parecían devaluados y sin visos de aportar mucho más: Parejo, Guardado, Piatti, Albelda... 
Hoy, un mes y nueve días después, Valverde ha devuelto al Valencia a escena: seis victorias en siete partidos. Aunque esta noche tiene ante sí su primer gran reto de verdad: el Real Madrid. El primero de tres enfrentamientos, entre Copa y Liga, que Valverde desea adjudicarse, si bien desconfía de un rival, dicen, en horas bajas. 

«No le veo yo al Real Madrid muy vulnerable, la realidad. Será complicada la trilogía, desde el primer libro hasta el último. Nadie renuncia a a nada antes de jugar. Nuestra obligación es ir a por todo», advirtió Valverde que, pese a reconocer que los blancos parten como favoritos, ve la eliminatoria al 50%. «Luego veremos qué pasa», matizó. Se nota que las cosas han cambiado en el Valencia bajo el estigma de Valverde. Lo percibe el propio técnico, sobre todo por unos resultados que le avalan. 

«Reconozco que nos pilla en un buen momento. Tenemos confianza y nos sentimos reforzados por los resultados. Eso tiene que ver con nuestra puesta escena, el estado de ánimo influye y vamos a tratar de aprovecharlo. Veo a los jugadores con ganas, y no sólo por este partido», dijo. 
Valverde expresó un gran respeto hacia la figura de Mourinho, en el centro de la diana. Dijo del portugués que es «una referencia mundial en los banquillos». «Aquí hay un clima que igual no nos beneficia, aunque nunca sabes si puede influir», dijo sobre el ambiente de crispación que podría vivirse en la grada del Bernabéu si se tuerce la eliminatoria para el Madrid.

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