domingo, 11 de marzo de 2012

Ricky Rubio deberá pasar por el quirófano.


Nunca es momento propicio para lesiones, pero a Ricky Rubio le sobrevino la más grave de su precoz pero intensa carrera en pleno auge y con un horizonte plagado de retos. El español se quebró la rodilla izquierda cuando agonizaba el encuentro de la madrugada del viernes contra los Lakers. Ayer, por la tarde en España, se confirmaron los peores augurios: deberá pasar por el quirófano tras la rotura del ligamento cruzado anterior. Entre seis y nueve meses de baja: adiós a lo que resta de temporada y adiós a los Juegos Olímpicos. 



Desde el primer instante se temió lo peor. Maldita la hora, faltaban 16,4 segundos para que terminara el duelo. Perdían los locales por un punto, manejaba Kobe Bryant. Ricky, puro ímpetu, se lanzó decidido a la ayuda defensiva, pero entre el mal apoyo y el ligero impacto con la derecha de la estrella laker, el base, más liviano, cayó fundido. Los árbitros señalaron falta suya -la que a la postre decidiría el partido para los visitantes (102-105)-, pero a pocos les importó en el Targer Center. Su nuevo ídolo, el joven que había hecho despertar al peor equipo de la NBA, se dolía sobre el parqué con las manos sobre su rodilla izquierda. 

Ricky se marchó al banquillo acompañado por Gregg Farnam, el fisioterapeuta de los Wolves. Al poco, después de que un tapón de Pau Gasol hubiera enterrado cualquier opción del equipo local (en la 18ª derrota consecutiva ante los Lakers, la racha más larga de derrotas ante el mismo equipo de la NBA), el rookie intentó apoyar, pero la rodilla le fallaba. Pésima señal. 


El español, que desde que debutó en la ACB a los 14 años con el Joventut sólo ha padecido una lesión de importancia (una rotura del ligamento escafolunar de la mano derecha en la final de los Juegos de 2008 que le tuvo tres meses fuera), se fue a la cama con dolor y malos presentimientos. Los mismos que los que estuvieron junto a él tras el partido. «Rezando por mi compañero Ricky. Espero que vaya todo bien mañana [por ayer] con la resonancia», escribía en su cuenta de Twitter Kevin Love, la referencia de los Timberwolves, quien tampoco fue de la partida con problemas de espalda. 

Pero Love, que había encontrado en el mago de El Masnou el aliado perfecto para el resurgir de una franquicia que en las dos últimas temporadas apenas ganó 31 de 164 partidos (ésta suma 21 de 41 y roza los puestos de playoffs), tendrá que afrontar lo que queda sin los extraordinarios pases del catalán, el quinto máximo asistente de toda la NBA. El diagnóstico reza de seis a nueve meses de baja, con lo que también Scariolo deberá buscar sustituto en la selección para afrontar los Juegos de Londres, los que hubieran sido los segundos de Ricky, a sus 21 años. 


Aunque el choque con Kobe fue fortuito, curiosamente los Wolves se habían quejado de la dureza creciente contra su jugador. El presidente David Kahn mandó a principios de semana un vídeo a la Liga con acciones en las que los árbitros no habían señalado claras faltas contra Ricky. También su técnico protestó en público: «Están poniendo jugadores más grandes sobre él. Le están dando fuerte. Los otros equipos de la liga se han dado cuenta de que tienes que ser más físico con él», explicaba Rick Adelman hace unos días, exigiendo protección para su joya. 

También a Ricky le estaban empezando a pasar factura la exigencias de la NBA. En lo que iba de temporada (empezó el 25 de diciembre a causa del lockout), había estado en pista 1.403 minutos en 41 partidos, más que todos los minutos juntos del curso pasado con el Barcelona Regal, 1.370 en 62 noches, incluyendo Liga, Euroliga y playoffs por el título. Aunque contra los Lakers firmó 15 puntos y 10 asistencias (se despide de su primera temporada con 10,6 puntos, 8,2 asistencias y 2,2 robos de promedio), sus porcentajes habían decaído tras su paso por el All Star: en los cinco partidos siguientes de los 38 lanzamientos que intentó, sólo acertó siete. 

Ricky despierta del «sueño» y sobrevuela una maldición, la de los jugadores jóvenes de los Timberwoles. Desde 2005, todas sus primeras elecciones en el draft cayeron en combate: Rashad McCants, Randy Foye, Corey Brewer, Kevin Love y ayer, desgraciadamente, Ricky Rubio.

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