viernes, 15 de junio de 2012

4-0 a Irlanda.



La campeona se siente completa y presenta credenciales. No tiene a Villa, pero tiene un nueve. Mejor dos, uno de verdad y uno de mentira, para jugar al engaño, para cambiar el registro, como Vicente del Bosque ha hecho en los dos primeros partidos de la Eurocopa. Son Torres y Cesc, uno reencontrado con sus dos tantos frente a Irlanda; otro persistente con un gol que sonó como un martillazo en Gdansk. El eco fue el de su reivindicación. A su alrededor, los centrocampistas, como un ejército de hormigas que llegan por todas partes, ubicuos. Lo decíamos, quizás España no esté completa, pero se siente de tal forma. 


El 4-0 a Irlanda es la mayor goleada de la Eurocopa hasta ahora, pero es un resultado a tratar con mesura, porque el rival no es sólo el más débil del grupo, seguramente también del torneo. Vicente del Bosque tenía el objetivo de ganar y superar la diferencia (3-1) de los croatas frente al equipo de Giovanni Trapattoni. Después del empate entre Italia, que pagó su tentación por la especulación, y los balcánicos (1-1), España es primera y conservaría ese puesto de privilegio si gana o empata a dos goles contra el equipo de Slaven Bilic en la última jornada, el lunes de nuevo en Gdansk. Con cuatro jugadores aprecibidos (Xabi Alonso, Jordi Alba, Arbeloa, Torres y Javi Martínez), Del Bosque piensa ya en Croacia y en los cuartos. 


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