viernes, 1 de junio de 2012

Nadal vence en la segunda ronda de Roland Garros.



«Me siento bien este año, con una actitud más positiva que en 2011, cuando en muchas ocasiones sufrí más que disfruté», confesó ayer Rafael Nadal tras su victoria en la segunda ronda de Roland Garros. «El año pasado se me hizo muy largo y pesado, jugué con mucha ansiedad mental. En el Masters lo hice muy mal porque llegué muy cansado. Por eso ganar a Del Potro en la final de la Copa Davis fue tan importante. 


En 2012 he empezado con buenas sensaciones y el Open de Australia ha sido quizá el mejor torneo que he jugado en pista rápida», añadió. 
Superado el bache anímico y físico de la temporada anterior, el balear parece a punto de alcanzar su mejor estado de forma coincidiendo con su torneo favorito. Lo certificó ayer su rival, el uzbeco Denis Istomin, a quien venció cómodamente por 6-2, 6-2 y 6-0 en apenas una hora y 50 minutos. «Se desplaza con rapidez, golpea con una potencia tremenda y tiene un servicio soberbio. Nunca me había enfrentado a él en tierra batida y ha sido toda una experiencia», declaró tras el partido el número 43 en la clasificación ATP. 


Lo cierto es que Nadal se mostró intratable ayer sobre la pista Suzanne Lenglen y sólo permitió a su contrincante anotarse 43 puntos y cuatro juegos. Las estadísticas indican que este es el mejor arranque del español en sus ocho participaciones en el Grand Slam parisino. Con sólo nueve juegos cedidos en las dos primeras rondas, ninguno de los otros clasificados para la tercera eliminatoria se acerca siquiera a sus números. Pero él prefiere relativizar estos datos y hablar de sensaciones. «Lo importante es celebrar mi cumpleaños en París y no en Mallorca», dijo sobre su 26º aniversario, que será el próximo domingo 3 de junio. 


«Creo que he jugado un partido bastante sólido a pesar de que, durante el segundo set, tuve algunos problemas con mi saque. El tercer set fue genial, estoy muy contento de cómo lo jugué», comentó el seis veces ganador de Roland Garros. Comparando este encuentro con el que disputó hace tres días contra Bolelli, el rey de la tierra batida apuntó que Istomin luchó y se resistió pero, al menos, le permitió jugar. Mientras que el boloñés «salió tan fuerte y agresivo que prácticamente lo hizo él todo: ganar y perder puntos». 


Nadal tendrá que imponerse mañana al argentino Eduardo Schwank (27 en la ATP), que viene de doblegar con mucho mérito al alemán Florian Mayer (12), si quiere seguir adelante. Sobre su próximo rival, el rosarino dijo que «estar jugando tercera ronda con él es un premio». Para Schwank, Nadal es el «mejor en tierra». «Tengo que salir sí o sí a ganar. Si no, me voy a comer un 6-0, 6-0 y 6-0. Hay que estar al 100%», añadió. 


La quinta jornada se cerró ayer con la buena noticia de la clasificación de David Ferrer, que se impuso al francés Benoit Paire en una hora y 47 minutos por 6-3, 6-3 y 6-2 y pasa así a tercera ronda por octavo año consecutivo. Ferrer sumó con esta su victoria número 23 en Roland Garros. El próximo rival del jugador de Javea será Mijail Youznhy que derrotó al holandés Robin Haase por 6-3, 7-6 y 6-4. Por su parte, Nicolás Almagro sumó su séptima victoria consecutiva al derrotar a Marcos Baghdatis, finalista en Australia en 2006, por 6-4, 6-3 y 7-5 y confirma su buen momento tras ganar la semana pasada el abierto de Niza.

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