lunes, 1 de julio de 2013

Vicente reconoce que fueron mejores


Nada más terminar el partido, Vicente del Bosque se dirigió hacia el banquillo de Brasil para felicitar a Scolari. Sin embargo, el seleccionador brasileño se encontraba en medio de una piña que habían formado todos sus ayudantes –no menos de 15– saltando y celebrando un título que para Brasil siempre tuvo un significado mayor que para el resto de equipos, incluida España. Del Bosque esperó y esperó pero no fue hasta pasado un buen rato cuando pudo estrechar la mano de Felipao. No tardaron tanto Marcelo y Neymar en hacer lo propio con los jugadores de la selección española. El lateral del Madrid y el nuevo delantero del Barça se fueron hacia la zona donde estaban los españoles y saludaron casi uno por uno a todos antes de unirse a sus compañeros para, con botellas de champán, dar rienda suelta a su alegría, que era mucha. 

«Han sido mejores, hay que felicitarles», comenzó su discurso en la televisión Vicente del Bosque, sudando, al igual que el pasado jueves en Fortaleza. No quiso el técnico español entrar en demasiados detalles sobre lo que acababa de suceder sobre la hierba, irregular, del estadio mítico por excelencia en el mundo del fútbol. «Hemos tenido además esa pizca de mala suerte por los goles que hemos encajado en el primer minuto de la primera y de la segunda parte y en el último de la primera, pero bueno, no quiero poner ningún paño ni excusas. Han sido mejores y punto», insistió Del Bosque, que recordó, como hicieron todos los futbolistas, la jugada en la que Pedro ya cantaba gol cuando David Luiz sacó debajo de los palos su remate. «Hemos pasado del 1-1 al 2-0 en esos minutos, pero de verdad que no es momento de entrar en demasiados detalles, han sido mejores, le han aplicado la mayor energía que tenían a todas sus acciones, les felicitamos y ya está», prosiguió Del Bosque, que no obstante quiso quedarse con un buen sabor de boca. «Hemos hecho un buen torneo, me quedo con lo positivo hasta el día de hoy [por ayer], me quedo con la convivencia extraordinaria entre los jugadores, 28 días de convivencia no son fáciles». Sergio Ramos, por su parte, se lamentó por el penalti fallado y resumió la noche. «No nos salía nada. Es uno de esos días que da igual lo que intentes», concluyó. 

Otro de los gestos de la noche lo protagonizó Julio César. El portero de Brasil, que fue dueño de la portería del Inter de Milán en la etapa de José Mourinho allí, subió a recibir el Guante de Oro de la FIFA con la camiseta de Iker Casillas, y además con el nombre del portero español en el pecho –es decir, con la camiseta al revés–. Los jugadores se fueron directamente desde el estadio hasta el aeropuerto de Río, donde al filo de las 6.00 horas (hora española) se subían al avión para regresar a Madrid, donde tienen previsto aterrizar a eso de las 17.00 horas. Después, cada uno a sus vacaciones. Se volverán a juntar el 14 de agosto, cuando disputan un partido amistoso en Ecuador, y luego deberá la selección cerrar su clasificación para el Mundial ante Finlandia (6 de septiembre) y ante Georgia y Bielorrusia (11 y 15 de octubre). Y después, ¿la venganza?

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