martes, 2 de octubre de 2012

300 millones de euros para transformar el Bernabéu



Quién sabe cuál será el primer partido de la Liga 2016/2017, pero resulta que ese día es el que tiene en la cabeza el Real Madrid para estrenar su nuevo estadio. Esa fecha, todavía por determinar, será el final de esta historia, una historia que consiste en transformar el Santiago Bernabéu «en un icono arquitectónico mundial», en palabras del presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, ayer en la Asamblea de Socios Compromisarios. Esa cita, la Asamblea, que se celebra todos los años por estas fechas, tuvo ayer la gran novedad de ver, por primera vez, los cuatro proyectos finalistas. Una de las imágenes que acompañan estas líneas será el nuevo Bernabéu a partir de ese verano de 2016. 

El Real Madrid se va a gastar 300 millones de euros en poner guapa su casa. Ese es el presupuesto que el club ha hecho llegar a los estudios de arquitectura, a los que ha pagado 75.000 euros por cada una de las cuatro maquetas vistas ayer, aunque alguno de esos aspirantes se han gastado ya 300.000 euros sólo en la realización del proyecto. Florentino aclaró ayer que sólo falta el visto bueno de la Comunidad de Madrid, «que esperamos se pueda producir en el mes de octubre», dijo. 

Los hay para todos los gustos, claro, pero los nombres son de un prestigio incuestionable. El proyecto entre Norman Foster y el estudio Rafael de La Hoz es probablemente el más clásico, junto al del estudio Lamela, en este caso aliado con el estudio inglés Populous, creador de algunas instalaciones de los Juegos Olímpicos de Londres. Los más innovadores son el de Rafael Moneo, que acude de la mano de Herzog & de Meuron -autores, entre otros, del famoso Nido de Pekín-, y el que presentaron, poco antes de que se acabase el plazo, el 14 de septiembre, un triunvirato que conforman los alemanes GMP architekten y los españoles (catalanes) L35 y Ribas. 

Como casi siempre en estas cosas, todos los estudios creen ser los favoritos, aunque parece que los proyectos de Lamela (que ya participó en las dos remodelaciones anteriores del Bernabéu) y los de Foster y Moneo han gustado, y mucho, en las oficinas del Bernabéu. En todo caso, según desveló ayer el presidente del club blanco, ahora se trata de analizar. «Todas ellas son especialmente complejas de analizar, por lo que una consultora especializada está procediendo a un exhaustivo examen para poder proceder a la selección definitiva», afirmó, una labor que le corresponderá en los próximos meses a la Junta Directiva. 

Los proyectos

¿Qué va a tener el nuevo Bernabéu? Pues al margen de una estética espectacular, sea cual sea la idea elegida, se va a cubrir el estadio para mejorar el confort de la gente. Todas las localidades serán cubiertas, y se estudia la posibilidad de incrementar el aforo. En la fachada del Paseo de La Castellana, que es por donde va a crecer el estadio, se va a generar una amplia área comercial, y en lo que es hoy el centro comercial La Esquina del Bernabéu se van a crear otra zona de tiendas, restaurantes y bares, ambas con sus correspondientes aparcamientos subterráneos. En resumen, una obra faraónica que va a convertir al Santiago Bernabéu en mucho más que un estadio de fútbol. Fue lo más llamativo de una Asamblea donde Florentino no encontró ninguna oposición. 

No hubo para la modificación de los estatutos, acaso la decisión, junto a la reforma del estadio, de más calado. A partir de ahora, quien quiera presentarse a las elecciones para ser presidente del Madrid deberá llevar, al menos, 20 años como socio y, además, avalar personalmente -él y su junta directiva- los alrededor de 80 millones que suponen el 15% del presupuesto. Además, el voto por correo sólo se podrá hacer ante notario. Presentadas estas opciones, la Asamblea habló: de los 1.112 votos emitidos, salieron 997 a favor, 100 en contra y 15 abstenciones. Florentino, que durante su discurso volvió a manifestar un apoyo sin fisuras a la figura de José Mourinho, justificó estos cambios en los estatutos en que ninguna gran fortuna ajena al sentimiento madridista pueda hacerse en un futuro con las riendas del club. 


Siguió el presidente su plácido camino por la Asamblea con la aprobación de las cuentas del club. El Madrid presentó unos ingresos el año pasado 514 millones, y un presupuesto para la próxima temporada de 517, el mayor de una institución deportiva en el mundo. Hubo tiempo también para que Florentino dejase una frase: «Kaká es una inversión que ya está amortizada». Y, para redondear las cinco horas que duró la reunión con los compromisarios, las peticiones de algunos socios. La más llamativa, la de un señor que pidió que Mourinho dejase de utilizar el término «pseudomadridistas». Eso debe ser de lo poco que se escapa al control de Florentino Pérez.

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