miércoles, 10 de octubre de 2012

Falcao, Messi y Cristiano un trío estelar



El clásico del Camp Nou afiló un poco más el fabuloso duelo goleador de las dos grandes estrellas de Real Madrid y Barcelona, sus jugadores franquicias, los dos mejores del mundo en estos momentos. Leo Messi y Cristiano Ronaldo sujetaron a sus equipos con dos goles por cabeza para afianzar un duelo personal que comienza a dibujarse ya en la historia del fútbol. «Son fantásticos, es injusto que haya que decir quién es mejor de los dos», apuntó José Mourinho en la sala de prensa azulgrana tras la última exhibición de este dúo sin límites. 

Por encima de las diferencias futbolísticas de cada uno, y el dominio de Messi en el Balón de Oro en los últimos tres años, sus registros goleadores están reventando las estadísticas. Un cara a cara que esta temporada, en la Liga, cuenta con un invitado también voraz ante la portería rival, Radamel Falcao. El colombiano, con las luces apagadas del gran encuentro de la jornada, firmó en el Vicente Calderón un gol más en su poderoso arranque de curso para dar la victoria al Atlético, colíder junto al Barcelona, y llegar a los ocho tantos en tan sólo seis partidos. Hizo también tres en la final de la Supercopa de Europa ante el Chelsea y mira por el retrovisor a los dos grandes lobos de la competición, en una carrera por el pichichi que se presenta espectacular.

 ¿Aguantará el ritmo de sus dos perseguidores? No hay que olvidar que Cristiano forzó a Messi a viajar hasta los 50 goles la pasada campaña para ganar el trofeo de máximo goleador. El portugués acabó con 46 en un mano a mano bestial. Hasta el momento, Falcao se acerca a las cifras del astro barcelonista a estas alturas de la anterior campaña. El argentino hizo entonces 10 tantos en las primeras siete jornadas, por los ocho ahora del rojiblanco en los seis partidos que ha disputado -se perdió el jugado contra el Espanyol-. 
Habría que retroceder hasta temporadas de la prehistoria en España, en los años 40, para encontrar semejantes inicios goleadores. Por ejemplo, en la temporada 1943/1944, circulaban Echevarria (Oviedo) con 14 goles, Martín (Barça) con 12 y Arza (Sevilla) con 10 hasta la jornada siete. En 1950/51 fue la última vez, hasta esta temporada, que un trío de jugadores pasaba del gol por partido. Entonces, César (10 tantos con el Barça), Zarra (nueve, Athletic) y Escudero (ocho, Atlético) protagonizaron un arranque al que se acercaron Messi, Higuaín y Ronaldo la pasada temporada. Pero entonces, el portugués llevaba un tanto menos que ahora e impedía esa media de más de un gol por partido firmada por el trío estelar de ahora, Falcao-Messi-Cristiano. 

En la actualidad, en las grandes Ligas europeas no se repite una pugna semejante. En Inglaterra, Demba Ba, delantero francés del Newcastle, encabeza el ranking con seis tantos en siete domingos, mismo números que Cavani, el uruguayo del Nápoles, en Italia. En la Bundesliga, iguala estas cifras el punta croata del Bayern, Mandzukic. 

Messi, Cristiano y Falcao representan tres estilos muy distintos de delantero, pero con la misma eficacia ante la red. Si el argentino, en liza con los cuatro o cinco mejores de todos los tiempos, es el desborde y la velocidad, su adversario portugués sería la potencia. El colombiano, con líneas más definidas de nueve puro, no sólo mata al primer toque como hacía Hugo Sánchez, sino que es capaz de generarse espacios y jugadas de gol. Ahí están las fabulosas parábolas, su marca personal ya, en la final de la Europa League ante el Athletic y en la mencionada Supercopa frente al Chelsea. 

La rivalidad de Cristiano y Messi se traslada también de la tabla de pichichis a la pelea por el Balón de Oro, galardón que se decidirá en los próximos dos meses. Si en goles saca algún cuerpo de ventaja el azulgrana al madridista (83 uno y 66 otro en la 2011/2012), en títulos (Liga frente a Copa) la visión favorece al pupilo de Mourinho. Precisamente, el técnico dijo en el Camp Nou que su chico «merecía este trofeo por haber ganado el último campeonato». 

Sin embargo, en el Madrid y en el entorno del jugador luso hay prudencia e incluso pesimismo ante la resolución de este premio, por la inercia favorable (y merecida) de los últimos años hacia Messi. Creen que muchos de los que eligen al mejor del año, sobre todo aquellos lejanos al fútbol de primera línea (votan seleccionadores, capitanes y periodistas de todos los países integrados en la FIFA) se dejan llevar por imágenes prefijadas. Messi, por fortuna para él, cuenta con todo, pasado y presente, porque enlaza una serie de temporadas asombrosas. 

Cristiano, que marcó su segundo gol en Barcelona con el hombro dañado por un esguince, se pudo incorporar ayer a la concentración de la selección portuguesa. Los servicios médicos del Madrid comprobaron la mejora de la lesión y le dieron permiso para viajar a su país.

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