sábado, 6 de octubre de 2012

Mou y sus incidentes con el vestuario



El 2 de febrero de 1997, el Oviedo aguaba dos goles de ventaja del Barça y terminaba empatando con sendos cabezazos de Oli. El Camp Nou despidió a los suyos con pitos y pañuelos y Mourinho, el ayudante de Bobby Robson, se metía en el túnel de vestuarios dirigiéndose a los periodistas, que entonces sí estaban bien cerca. «Preguntad a los jugadores, preguntad a los jugadores», replicaba el portugués a las preguntas sobre qué había pasado. Tiene fama de lograr que sus jugadores den la vida por él, y sin embargo Mourinho ha salpicado su trayectoria, especialmente en el Madrid, de un buen puñado de pulsos, cuando no enfrentamientos directos, con sus correspondientes castigos, de los que no se ha librado ni Crisitano. Simplemente nombrando casos como los de Pedro León o Lass Diarrá, los más llamativos fueron los que siguen. 

DICIEMBRE 2010. (BENZEMA). «Tengo que salir a cazar. Si tengo un perro cazo con un perro, si tengo un gato, cazaré con el gato. Cazaré peor, cazaré menos, pero es lo que hay». Es una frase decicada a Benzemá, al que durante sus primeros meses apenas tuvo en cuenta. Esto lo dijo a los pocos días de que Higuaín se lesionara justo antes de visitar el Camp Nou, donde el equipo cayó con estrépito (5-0). 
ABRIL 2011. (CRISTIANO). El 27 de abril, nada más terminar el partido contra el Barça, ida de las semifinales de la Champions, hubo unas palabras de Cristiano que quizá quedaron ocultas tras la marabunta que generó aquella famosa rueda de prensa de Mou -la del «¿por qué? ¿por qué?»-. Dijo Cristiano: «Yo soy un jugador ofensivo, y no me gusta jugar tan defensivo, pero me tengo que adaptar al equipo». Dos días después, el viernes 29, en la lista de convocados que ofreció Mourinho para enfrentarse al Zaragoza, el luso no estaba. «Puede decir lo que quiera», apuntó entonces el técnico, cuyo grupo terminó perdiendo aquel día (2-3) y despidiéndose de la Liga. Hubo quien lo interpretó como un simple descanso, pero en esos momentos Cristiano se jugaba el Pichichi con Messi, y ya se sabe lo que son esos retos para el delantero. 


AGOSTO 2011. (CASILLAS). Es el capitán del Madrid, pero aquello tuvo pinta de castigo. Después de la Supercopa de España, mejor dicho, mejor después de que Mourinho le metiera un dedo en el ojo a Tito Vilanova con la Supercopa como escenario, los ánimos entre los internacionales españoles de Madrid y Barça estaban calientes. Casi quemaban. Iker telefoneó a Xavi para, desde esa conversación, ir devolviendo la armonía a la selección. Desde el entorno del entrenador portugués se filtró que Casillas se había equivocado y, curioso, el portero fue el único de toda la plantilla que no jugó en el Trofeo Bernabéu contra el Galatasaray. Era un amistoso ideal para Adán, pero llamó mucho la atención que Casillas fuera el único que no pisó el césped ni un minuto. 


DICIEMBRE 2011. (ALONSO). Después de perder contra el Barcelona (1-3) en la Liga, Mourinho dejó esta frase en rueda de prensa. «No me ha gustado el primer gol. Ha sido igual a otros que nos ha marcado el Barcelona, una pérdida en el centro del campo por no hacer lo que se debe. Hacer que se mete el pie y no meterlo no me gusta. Yo no entiendo que se tenga miedo de ir a por un balón cuando las posibilidades son del 50%». Todos interpretan que esas palabras iban para su mediocentro, aunque en esa ocasión no hubo castigo. Al menos visible. 


SEPTIEMBRE 2012. (EQUIPO). Tras perder contra el Sevilla en el Sánchez Pizjuán, Mourinho descargó contra sus jugadores. «No tengo equipo, sólo hay tres o cuatro futbolistas que tienen la cabeza centrada y cuya prioridad es el fútbol». Tres días más tarde, en el debut ante el Manchester City en la vigente Champions que hoy continúa, Sergio Ramos y Özil fueron al banquillo de forma inesperada. Continuará.


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