martes, 13 de noviembre de 2012

Messi supera el registro de goles en un año de Pelé



«Cuando Messi haya marcado 1.283 goles y ganado tres Mundiales, hablamos». Pelé debería ir haciéndose con el número de móvil de Leo, o al menos enviarle un mensaje de texto o whatsapp. No, no ha logrado de repente todos esos éxitos como para que deba reverenciarlo, pero le ha superado en algo: ha marcado más goles que él en un año: 76 en 2012 por los 75 del brasileño en 1958. 

Pelé está considerado, con razón, uno de los jugadores más fabulosos que ha parido el fútbol. O Rei es un apodo que evidencia su talento. A Messi le denominan La Pulga, pero podría ser, por qué no, el Monarca pese a que no cuenta con esos títulos mundiales en su haber ni tampoco con esa ingesta de tantos (aún), ni siquiera con ese halo legendario que, como ocurre con el vino, va mejorando el recuerdo de un futbolista con los años, como seguro le sucederá. Al menos, puede decir que ha superado al soberano del gol, con una revolución anotadora que ha provocado que ceda el trono para que se siente su heredero. 

Con sus dos goles de ayer ante el Mallorca, Messi totaliza 76 en 2012 (64 con el Barça y 12 con Argentina), superando los 75 de Pelé en 1958 (66 con el Santos, nueve con la selección verdeamarelha). El primero ha necesitado de 59 duelos para lograr esa animalada histórica (51 como azulgrana, ocho con la albiceleste), mientras que el segundo la obtuvo en 53 encuentros entre partidos con el Santos y con la selección brasileña. 

Messi nunca ha parecido estar interesado en esa marca, a tenor de sus declaraciones. Él busca el gol, el resto son complementos que no vienen de serie. «Bate récords continuamente. Hay grandes jugadores que esa cifra la han marcado en siete u ocho temporadas. Él ha necesitado una y la mayoría son golazos», comentó ayer Tito Vilanova sobre aquel menudo chiquillo que llegó a La Masia con 13 años y entrenó en el cadete B del Barça. 

Si sigue así, igual finaliza el año derribando otro reinado, el de Gerd Müller. La Pulga contra el Torpedo, que guarda en su castillo el recuerdo de las 85 dianas que acumuló en 1972. Los disparos a portería de Messi esperan contrarrestar esos bombardeos del mito alemán, pero deberá mantener listo el punto de mira de su artillería. 

«Tiene ese fuego sagrado que le hace mejorar», reconoció en su día el seleccionador argentino, Alejandro Sabella, a este medio. Incluso el propio Pelé a principios de este año que ahora acaba, pronunció ese tópico imperecedero de que los récords están para romperse. «Va a ser difícil superar los míos», indicó a Le Monde. Uno ya ha sido conquistado. Quedan más. Aunque tiene razón cuando asevera que no nacerá otro Pelé porque sus padres «cerraron la fábrica», pese a que siempre habrá otras parejas que inauguran las suyas. Igual, por qué no, alguien reducirá a Messi en un futuro, lejano o cercano. 

De momento, restan 12 encuentros de aquí a final de año, seis semanas en las que disputará seis partidos de la Liga, tres de la Copa del Rey y dos de la Liga de Campeones. «Si hay un jugador capaz de conseguirlo, es Leo», vaticina Sergio Busquets. Son 12 envites y 10 tantos para ser leyenda. Más todavía de lo que actualmente es, para que su reinado se recuerde por siempre jamás.

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